Reforma
27 de abril de 2006
Grupo Reforma
Octavio Paredes, titular de la AMC, exhortó hoy a los candidatos a la Presidencia de la República a invertir en ciencia y tecnología en el País.
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El presidente saliente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), Octavio Paredes López, publicó este jueves en diarios de circulación nacional una carta dirigida a los candidatos a la Presidencia de la República y a la sociedad mexicana, en la que les exhorta a invertir en ciencia y tecnología en el País.
«El conocimiento y la innovación son ingredientes fundamentales para impulsar la sociedad del conocimiento; modelo que ayuda a combatir pobreza y desigualdades sociales, disminuir distancia entre países ricos y pobres, mejorar la competitividad, favorecer el desarrollo regional, y fortalecer la democracia y aun hasta la autoestima», se lee en el texto.
La misiva será enviada en próximos días a los candidatos, junto con un documento que recoge las propuestas de miembros de la comunidad científica mexicana para enfrentar los problemas que aquejan al País.
Paredes lamenta que, a pesar de que México está dentro de las 14 principales economías del mundo, el Producto Interno Bruto (PIB) por habitante no ha crecido de manera significativa desde 1980, y en los últimos cinco años ha experimentado una drástica caída en competitividad.
«El número de científicos y las inversiones en infraestructura para investigación y desarrollo están por debajo de naciones emergentes como Corea e India. El gasto en ciencia y tecnología es apenas 0.33 por ciento del PIB, menor al promedio latinoamericano.
«Debido al escaso crecimiento no se han generado los empleos que demanda una población creciente de jóvenes, incluyendo los nuevos científicos», se asienta en el desplegado.
El presidente de la AMC destaca que México ha perdido dinamismo, rumbo e interés en la generación de conocimiento e innovación.
Paredes también considera necesario cumplir con el gasto del 1 por ciento del PIB, como establece la ley vigente, y que se asuma el compromiso de aumentarlo gradualmente, como lo hacen los países emergentes, a fin de incidir en la creación de riqueza y bienestar social.
«Estas líneas de acción requieren de compromisos entre los Gobiernos federal, estatal y municipal; legisladores; sector privado; empresas públicas; y universidades y centros de ciencia y tecnología, incluyendo a la comunidad académica».
Paredes advierte que, de no considerar estas orientaciones, el País pondría en riesgo su desarrollo, acentuaría desequilibrios sociales y perdería toda posible competitividad.