La Jornada
27 de abril de 2006
José Galán y Angélica Enciso
Quedaron de lado la educación y la ciencia, señalan
Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) sostuvieron ayer que el debate entre cuatro candidatos presidenciales dejó de lado temas fundamentales para el país, exhibió el contubernio entre los partidos Nueva Alianza (Panal) y Acción Nacional (PAN), y presentó un formato obsoleto y agotado. Para algunos, el gran perdedor fue Roberto Madrazo, mientras Felipe Calderón se vio como «una figura corta que no acaba de despegar».
Para la organización ecologista Greenpeace, a pesar de que el tema de desarrollo sustentable estaba considerado en este primer debate, las exposiciones reflejaron poco conocimiento, y además los candidatos no expusieron propuestas de solución.
El director de la agrupación en México, Alejandro Calvillo, sostuvo que «la superficialidad y las obviedades caracterizaron los comentarios de los participantes». Dijo que con esto se comprueba que aun cuando el tema está agendado para exposición pública, no representa una prioridad para los candidatos.
Por su parte, Octavio Paredes López, presidente saliente de la AMC, lamentó que ninguno de los aspirantes haya tocado la necesidad de fortalecer la ciencia y la tecnología en el país, ni mencionado la baja calidad de la educación nacional. «Ojalá que en el próximo debate sí se toquen temas de fundamental importancia para el país, como son los temas educativos y científicos», manifestó.
Jaime Cárdenas Gracia, ex consejero federal electoral y miembro del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, criticó el formato del debate, al señalar que se trata de un modelo «acartonado» que no aportó mucho a los electores ni a la vida democrática del país. «Creo inclusive que Felipe Calderón llegó muy sobrado, con propuestas francamente populistas; Roberto Madrazo, muy nervioso, y da la impresión de que ya se siente contra la pared. Pero el peor fue Roberto Campa, quien efectivamente actuó de patiño de Calderón. La única que me gustó fue Patricia Mercado».
Rafael Loyola, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, subrayó que el formato del debate «está agotado, es muy rígido y no permite una verdadera confrontación de ideas, sino presentaciones aisladas». Consideró «un exceso» que participen cuatro o cinco candidatos», y calificó a Felipe Calderón de «figura corta que no acaba de despegar. Presentó muchas promesas, como las guarderías del IMSS, una institución casi en quiebra, sin ninguna sustancia», y lamentó «la presencia concertada» del Panal y del PAN.
Rafael De la Garza, catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, advirtió que a la luz de lo sucedido la noche del martes, «no sería difícil imaginar que Roberto Campa se retire de la contienda en favor de Acción Nacional. Hay relaciones ya muy claras».
El director de Greenpeace, mientras tanto, apuntó que a pesar de que la destrucción del medio ambiente equivale cada año a 10 por ciento del producto interno bruto, «es evidente que los candidatos no ven en este tema la urgencia que requiere». Señaló que los recursos naturales son el origen de cualquier proceso productivo y de sustento, «son los pilares de nuestro país, y al destruirlos nos estamos suicidando como nación».