Pervertido, el Sistema Nacional de Investigadores

La Jornada
19 de enero de 2007
Laura Poy

Los becados, sólo preocupados por mantener el apoyo económico, advierte experta

El estancamiento en el desarrollo del quehacer cientí­fico y tecnológico en México no sólo es una cuestión de falta de recursos, sino de estrategia para optimizar el financiamiento y consolidar nuevos grupos de investigación, señalaron cientí­ficos y especialistas, quienes advirtieron que de continuar aplicando sólo un esquema de incentivos y formación, como el Sistema Nacional de Investigadores (SNI), se corre el riesgo de «empobrecer» la ciencia mexicana.

Creado en julio de 1984 para evaluar y certificar individualmente a la comunidad de investigadores de acuerdo con sus logros académicos, lo que les permite acceder a incentivos económicos, de acuerdo con la categorí­a aprobada, que puede ser investigador nacional ­en tres niveles­ y candidato a investigador, los estí­mulos y becas otorgados por el organismo se han convertido en una parte «significativa» del ingreso salarial de la comunidad cientí­fica, lo que genera «mucha tensión, porque en cada evaluación se corre el riesgo de perder estos apoyos si no se cumple con las metas de artí­culos publicados y resultados», insistieron.

Octavio Paredes López, ex presidente de la Academia Mexicana de Ciencias y profesor-investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados (Cinvestav) del Politécnico, afirmó que se trata de un modelo que «ya cumplió su función, pues ya no responde a las necesidades de la ciencia actual, ya que premia la creatividad y el trabajo individual, pero no orienta la formación ni la participación en trabajos colectivos y de gran impacto cientí­fico».

Reconoció que en la lucha por alcanzar un mejor puntaje que garantice la permanencia en el SNI y la posibilidad de acceder a mejores categorí­as, «se llega a valorar más publicar un artí­culo que dirigir una tesis doctoral, en detrimento de la formación de nuevos investigadores».

De acuerdo con cifras preliminares del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnologí­a (Conacyt) para 2006, el SNI contaba con poco más de 13 mil investigadores, de los cuales, más de 40 por ciento laboran en el Distrito Federal en instituciones públicas como UNAM, UAM, Conacyt y Cinvestav.

Por lo que respecta a la producción cientí­fica en México, el Informe sobre el estado general de la ciencia y la tecnologí­a 2006, publicado por el Conacyt, revela que a pesar del incremento en la producción de artí­culos cientí­ficos nacionales, en relación con la participación total mundial, desde hace más de una década el paí­s se mantiene en 0.77 por ciento a escala global, pues en su mayorí­a la generación de artí­culos está vinculada a las disciplinas de mayor producción, como fí­sica, quí­mica, medicina y biologí­a.

Al respecto, Rocí­o Grediaga, catedrática del Departamento de Sociologí­a de la UAM-Azcapotzalco y especialista en el estudio del mercado académico, afirmó que a pesar de las «bondades que el SNI aportó al desarrollo del quehacer cientí­fico en México, también es cierto que muchos de sus mecanismos se han pervertido, por lo que es necesario revisar este esquema y asegurar mayor efectividad en el uso de los recursos».

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


Notice: ob_end_flush(): failed to send buffer of zlib output compression (0) in /home/amcedu29/public_html/comunicacion/wordpress2019/wp-includes/functions.php on line 5373