El Universal
13 de noviembre de 2005
Nurit Martinez/Enviada
Proponen cambio estructural en la canalización de recursos
Mí‰RIDA, Yuc. Frente a la caída presupuestal de la ciencia en los últimos cinco años, que la llevó del 0.42 por ciento al 0.37 por ciento del PIB, y la «falta de visión política» para que este sector se convierta en palanca de desarrollo, científicos, rectores y directores de centros de investigación propondrán a los candidatos a la Presidencia de la República un «cambio estructural» para el financiamiento a este sector con un plan sexenal de recursos, y cambiar la forma de elegir programas de investigación, por lo que señalaron, «sería prematuro» crear una Secretaría de Ciencia y Tecnología.
Enrique Cabrero Mendoza, director del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), dijo que en la propuesta de convertir al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) en una secretaría de Estado, «se corre el riesgo de burocratizar y politizar» la actividad científica en el país.
Al concluir la segunda Reunión Regional de Ciencia y Tecnología organizada por la Academia Mexicana de Ciencias, el Consejo de Investigación Científica de Yucatán y la Universidad Autónoma de Yucatán, el director del CIDE indicó que los problemas de financiamiento para la ciencia y los de funcionamiento estructural para elegir, diseñar y apoyar programas de investigación que atiendan los problemas nacionales hacen plantear en este momento un análisis serio del futuro del Conacyt.
Advirtió que entre los científicos se advierten tres escenarios: el primero, en el que ese consejo pierda la autonomía de gestión frente a la Secretaría de Educación Pública y regrese a ser un organismo dependiente del sector educativo, tal como estaba hasta antes del año 2001, cuando pasó a ser una dependencia de la Presidencia de la República.
El segundo escenario es que el Conacyt mantenga su actual posición, pero que como resultado de un «acuerdo político nacional» se diseñe una estrategia de financiamiento sexenal «para que no estemos cada año en el Congreso de la Unión solicitando recursos para un sector que no funciona con esquemas anuales de presupuesto».
Un tercer escenario, planteó, es que el consejo se transforme en secretaría, tal como opera en países como Brasil, pero ahí, insistió, «hay que estar en alerta por el riesgo de que ese crecimiento lleve, aún más, a la burocratización y politización de este sector».
Durante la relatoría de la reunión, Rafael Loyola, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM y ex director del Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), aseguró que esta propuesta de analizar el papel del Conacyt y presentarlo a los candidatos a la Presidencia de la República, está presente en cada una de las regiones del país, por lo que «se requiere el cambio estructural» de esa institución.
El rector de la Universidad Autónoma de Quintana Roo, Francisco Rosado May, afirmó que los rectores de las universidades públicas del país coinciden con la comunidad científica en el sentido de que se requiere un cambio profundo y estructural del funcionamiento y administración de la ciencia, «pero sin claridad de lo que queremos hacer con este país en el largo plazo, esto es arriesgado, el retraso puede ser mayor si no se tiene visión».