La Jornada
9 de julio de 2005
José Galan
La Academia Mexicana de Ciencias (AMC) lamentó ayer «la ofensiva» del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para descalificar la encuesta en que cerca de 4 mil 250 científicos y tecnólogos reprobaron la actuación del consejo.
Octavio Paredes López, presidente de la AMC, advirtió que si la opinión de «la crema y nata» de los científicos no cuenta, entonces las estadísticas no servirían para nada, y reveló que en la encuesta, presentada el pasado 29 de junio, participaron expertos del Centro de Investigación en Matemáticas (Cimat) -ubicado en Guanajuato y dependiente del Conacyt-, como Víctor Pérez Abreu y Adolfo Sánchez Valenzuela.
Habló sobre los comentarios de Rosalinda Contreras Teurel, directora general del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav-IPN) en su contra, y dijo que se trata de «una lamentable opinión, porque estoy trabajando a tope en la preparación de jóvenes». Advirtió al Conacyt: «no queremos guerra. Sólo que los científicos estamos preocupados, y no sabemos agachar la cabeza».
Un valor que no tiene
El pasado jueves, el Conacyt anunció que, a petición propia, la consultora Berumen y Asociados le entregó recomendaciones sobre cómo reaccionar ante la encuesta científica de la AMC, y sugirió, por ejemplo, que «no vale la pena responder», porque se le daría al documento «un valor que no tiene». El director del consejo, Jaime Parada, señaló en esa ocasión que «no es dividiendo» o «con descalificaciones» la forma para conseguir más recursos para el sector.
Por su parte, Contreras Teurel, presente en la reunión, señaló que Paredes López, como investigador del Cinvestav en Irapuato, debe solicitar «un año sabático» para «cumplir con sus funciones» en la AMC porque, de lo contrario, «está en forma irregular» en dicho centro.
Paredes López se tomó su tiempo ayer para responder a los cuestionamientos. En conversación telefónica desde Irapuato -«aquí estoy, trabajando»-, subrayó que la encuesta incluye la opinión de 40 por ciento de «la crema y nata» de los científicos del país; que en su diseño contribuyeron Víctor Pérez Abreu, e investigadores del Instituto de Matemáticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del IPN. Incluso participó en ella uno de los matemáticos más reconocidos del país, Adolfo Sánchez Valenzuela, del Cimat, quien se encuentra en el nivel tres del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
«Es muy importante que el Conacyt escuche y no descalifique. Nosotros no estamos buscando la confrontación, y somos los primeros en estar de acuerdo en buscar un acuerdo nacional para el desarrollo de la ciencia y la tecnología», expresó Paredes López. «Incluso nos hemos reunido ya con PRI y PAN, y pronto lo haremos con el PRD, a fin de sensibilizar a los actores políticos sobre el tema.»
Insistió en que la academia no está buscando la confrontación al levantar encuestas que a la postre resultan desfavorables al gobierno federal y los responsables del área, que reflejan errores «que vale la pena reflexionar sobre sus soluciones, y lo tenemos que hacer entre todos». Subrayó que para la AMC el problema no sólo es de crisis económica porque, explicó, «se han triplicado los recursos para Conacyt en lo que va del sexenio, pero no los recursos para la innovación científica. Nos gustaría saber a dónde van esos recursos, y reflexionar junto con científicos y tecnólogos sobre los cambios necesarios para lograr en conjunto resultados positivos».
Adelantó que la academia podría elaborar otra encuesta, «y si es necesario la vamos a hacer», sobre los científicos mexicanos que no pertenecen al SNI, porque, añadió, «allí hay una enorme inconformidad», y no fueron incluidos en la encuesta presentada a finales del mes pasado «para no contaminar los resultados».
«Suplicamos al Conacyt que tome en consideración los resultados de la encuesta, así como las sugerencias y preocupaciones que la academia ha venido planteando», añadió. «Proponemos la creación de un grupo plural de reflexión con el Conacyt y representantes del gobierno federal, no para confrontarnos, sino para un análisis serio de dónde estamos y a dónde queremos ir.»