La Jornada
9 de julio de 2005
Laura Poy Solano
Investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) afirmaron que la falta de capacidad «autocrítica» de quienes encabezan el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) al pretender «maquillar» una evaluación respaldada por miles de científicos e investigadores, no resolverá problemas urgentes, como la falta de recursos económicos y la aplicación de una política de Estado orientada a la consolidación del conocimiento científico y tecnológico.
Señalaron que la «táctica» del gobierno federal ante los escasos resultados en la formación académica y científica de las nuevas generaciones, el bajo nivel educativo y las condiciones de «sobrevivencia» que enfrentan miles de científicos para desarrollar sus investigaciones, se reduce a «desmentir cualquier crítica fundada que señale los obstáculos económicos y políticos que no se han querido superar».
Gustavo Leal Fernández, de la UAM-Xochimilco y colaborador de La Jornada, afirmó que la evaluación difundida por la Academia Mexicana de Ciencias en torno a la labor del Conacyt en la actual administración «merece la solidaridad de la comunidad académica y científica al demostrar que el gobierno del presidente Vicente Fox sólo maquilló los problemas de la investigación universitaria, sin generar alternativas de solución».
Las políticas del gobierno foxista, aseguró, se limitaron a proponer «minúsculas bolsas de dinero a cambio de burocratizar el trabajo científico», sin crear las condiciones para alentar la divulgación del conocimiento en la sociedad, al caer en la lógica del viejo régimen y asumir que el gobierno es quien paga a los investigadores de alto nivel y puede establecer prioridades y metas, sin considerar que son los ciudadanos «a quienes debemos el primer compromiso de la ciencia y la tecnología a fin de buscar un mejor bienestar para todos».
Por separado, Carlos Rozo Bernal, de la UAM-Xochimilco, destacó que es «preocupante» que ante los bajos niveles educativos de la mayoría de la población y los «escasos» apoyos al desarrollo científico del país se asuman actitudes «poco críticas» con las que se establece que el gobierno federal apuesta por una visión más tecnológica que científica en el campo del conocimiento, sin considerar que son los investigadores quienes tienen los mejores elementos para señalar errores y alternativas en las políticas que se aplican en la materia.
Es evidente, agregó, que las principales instituciones públicas responsables de orientar el desarrollo de una política científica sólida en México, privilegian la tecnología por encima del conocimiento científico, lo que no sólo es lamentable, sino erróneo, pues si bien es importante impulsar la generación de mejores conocimientos tecnológicos, la ciencia no puede ser marginada al ofrecer importantes avances que permiten que la mayoría de la población acceda a una mejor calidad de vida.