El Centro
13 de noviembre de 2007
Thelma Gómez Durán
«LA ESTUPIDEZ es el principal problema de las naciones y de los gobiernos». Cualquiera podría decir esta frase, pero cuando sale de los labios de un Premio Nobel, como lo es el inglés Harold Kroto, tiene mayor peso. Y justo así fue como el doctor en química sintetizó la forma en que, a nivel mundial, se está abordando el tema del cambio climático.
Para el científico que abrió nuevas rutas en la ciencia, el reto de la humanidad es el cambio climático.
Después de un encuentro con estudiantes de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Iztapala, como parte de los festejos por el 30 aniversario de su departamento de física y química, el científico ofreció una conferencia de prensa en la que habló de lo que para él es el mayor reto de la humanidad: el cambio climático.
Este investigador, que se ha caracterizado por ser un pacifista y un permanente critico de la utilización de la ciencia para desarrollar armas de cualquier tipo, señaló que en la actualidad, «ningún gobierno está haciendo nada real» para combatir el cambio climático, «sólo hay planes y eso sólo son cacahuates» ante la dimensión del problema.
“La estupidez”, remarcó, es lo que predomina entre las naciones y los gobiernos, y ese «es un gran problema». Para Kroto, los científicos tienen en sus manos la posibilidad de contribuir a disminuir los efectos del cambio climático desarrollando tecnología y aportando conocimientos, «algo que se está haciendo en muchos países», pero «ni la sociedad ni los gobiernos están poniendo lo que les toca. No quieren sacrificar todo lo que tienen, no realizan un sacrificio personal, algo que es necesario para enfrentar este problema. Socialmente, a nivel mundial, muy poca gente quiere hacer un sacrificio para reducir emisiones contaminantes» .
Desde su visión científica y con un poco de sarcasmo, el químico inglés considera que el calentamiento global, quizá «podría hacer algo (como una catástrofe de grandes magnitudes) para que todos nos pongamos a trabajar Juntos, en lugar de peleamos. Y esto debe suceder antes de que las armas nucleares actúen».
Para él, la esperanza de un cambio real en el mundo está en las nuevas generaciones. Es por eso que, desde 1995, realiza una prolífica actividad de difusión de las ciencias entre jóvenes y niños. Para ello ha tenido como aliado a internet, ya que ha utilizado esta herramienta (la página http://vega.org uk para hacer que los conocimientos científicos lleguen a más personas, además de que ha realizado cientos de documentales para cadenas de televisión como la BBC.
Ante su interés de trabajar con los niños en la difusión de la ciencia, el presidente de la Academia Mexicana de Ciencias, Juan Pedro Laclette, propuso al Premio Nobel colaborar en programas que realiza la organización científica mexicana con jóvenes e infantes.