Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/74/07
México, D.F., martes 13 de noviembre de 2007
- El Premio Nobel de Química 1996, afirma que los jóvenes se pueden involucrar con mayor eficiencia en los diversos campos de la ciencia
- En su visita a México, por invitación de la Academia Mexicana de Ciencias, sostuvo que la ciencia es la única y verdadera cultura internacional
- De izq. a der. Harold Kroto, Leopoldo García, José Franco y Mauricio Terrones.
Foto: Lourdes Torres Camargo/AMC
La ciencia necesita gente joven que planteé nuevas respuestas a los nuevos problemas que resurgen, pero debe hacerse pronto porque es una carrera contra el tiempo, señaló Harold Kroto, Premio Nobel de Química en 1996, durante su conferencia magistral en El Colegio Nacional.
El investigador británico de visita en el país por invitación de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), enfatizó que México puede lograr contribuciones importantes en la ciencia, y la gente joven se puede involucrar con mayor eficiencia en los campos de la física, química, biología molecular, ingeniería, entre otros.
Ante un centenar de invitados que acudieron a la Aula Magna de El Colegio Nacional, Harold Kroto señaló que ante un mundo globalizado y la lucha por la sobrevivencia se requiere trabajar en equipo y plantear soluciones y ayudas globales. «La ciencia es la única y verdadera cultura internacional», enfatizó.
El investigador fue galardonado con el Nobel de Química en 1996, por haber descubierto una nueva forma de la molécula de carbono llamada C60, en su laboratorio de Química de la Universidad de Sussex, que por sus excepcionales propiedades son utilizadas en la fabricación de materiales resistentes a altas temperaturas e incluso como sustitutos del silicio en los chips.
Kroto nació en una familia de inmigrantes judíos polacos y alemanes que huyeron de la Alemania nazi en la década de 1930. Después de estudiar primaria en la ciudad de Bolton, estudió física, química y matemáticas, en la Universidad de Sheffield, donde se graduó en 1961 y doctoró en química en 1964.
Más tarde, realizó estudios postdoctorales en Canadá y en los Laboratorios Bell de Nueva Jersey. Fue profesor de química en la Universidad de Sussex, en 1990 fue nombrado miembro de la Royal Society de Londres y en 1996 fue nombrado Sir por la Reina Isabel II del Reino Unido.
El actual investigador de la Universidad Estatal de Florida, indicó que el apoyo a la ciencia fundamental es muy importante para poder contender con los retos futuros.
Al referirse a la ciencia mexicana dijo que el país tiene una mayor tradición que otros países latinoamericanos, pero ésta se debe centrar también en sus propias necesidades y en asuntos relacionados con la sustentabilidad. «México tiene una extensa producción de papers científicos y mucho mejor amplia que en Sudamérica», recalcó.
Por otro lado, el científico que mantiene una estrecha relación con investigadores mexicanos, explicó que se debe cambiar el estereotipo que se tiene de los científicos, pues se les presenta como excéntricos, maléficos o lo que es peor, como ancianos.
Relató el caso de Albert Einstein, quien formuló la Teoría de la Relatividad cuando era joven, pero la gente cree que lo hizo cuando era anciano y una de sus más conocidas fotografías es precisamente cuando era viejo. «Se necesita romper ese icono y tener científicos jóvenes, pero más aún, que se reconozca que pueden resolver problemas», dijo.
Al respecto, José Franco, secretario de la AMC, reconoció que la Academia estimula el trabajo científico de los jóvenes, a través de colaboraciones y programas como el de las Conferencias Nobel, en la cual se suscribe la visita de Kroto a México.
Por su parte, Mauricio Terrones, joven investigador del Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (IIPICyT), subrayó la calidad humana del científico y su interés por compartir sus conocimientos con colegas y con la juventud mexicana.