Antimio Cruz
El Universal
Martes 08 de marzo de 2005
En los últimos 20 años, el número de mujeres mexicanas que ha decidido estudiar carreras científicas se ha multipllicado casi 11 veces, sin embargo, la participación de este género en apoyos para becas de posgrado, plazas de trabajo o membresías del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) no ha rebasado 30 por ciento .
El problema se agudiza en carreras de las áreas de ciencias exactas, como matemáticas, física e ingenierías, donde el porcentaje de particiapción de las mujeres se reduce a un 10 por ciento o 15 por ciento, de acuerdo con datos de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), el SNI y el Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados (Cinvestav).
En 1984 el SNI únicamente tenía registradas a 282 mujeres investigadoras, cifra que ha crecido hasta 3 mil 322 científicas el año pasado, pero aún quedan muy por debajo de los 7 mil 534 hombres que integran ese sistema.
Nora Narváez-Berthelemont y Jane M. Russell, autoras del estudio El factor género en las estadísticas del Conacyt México, indican que aunque en la actualidad 41 por ciento de las personas que estudia un posgrado son mujeres, sólo tres de cada 10 becas nacionales de Conacyt se otorgan a ellas.
«Se puede observar también un rezago en la participación en las becas en el extranjero, ya que de cada 10 hombres becados tres estudian en el extranjero, en tanto que de 10 mujeres becadas dos realizan estudios fuera del país», indican las especialistas del Centro Universitario de Investigaciones Bibliotecológicas de la UNAM.
En un estudio similar, titulado Qué oportunidades tienen las mujeres científicas, de Carolina Escobar, publicado en 2001 en la revista Salud Pública y Nutrición, se concluye que si bien la participación de las mujeres en la ciencia ha aumentado en las últimas décadas, el número de mujeres que ocupan puestos como investigadoras en México es de aproximadamente 30 por ciento .
«En un campo predominantemente dominado por hombres, la mujer debe esforzarse el doble», comenta en un artículo difundido por la Academia Mexicana de Ciencias María Luisa Benítez Hess, investigadora del Departamento de Genética y Biología Molecular del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav).
«En reiteradas ocasiones son bloqueadas en sus aspiraciones, algunas veces por varones que dudan de su capacidad o peor aún, por otra mujer que de forma excepcional tiene un puesto de este tipo», lamenta Analilia Arroyo Becerra, adscrita al Instituto de Biotecnología de la UNAM, ganadora del Premio Weizmann 2004 en el área de Ciencias Exactas, otorgado por la AMC.
María Luisa Benítez narra que a ella misma le rechazaron su petición para ingresar al doctorado en el Cinvestav, alegando que no podría trabajar y estudiar simultáneamente. Benítez tardó dos años en trámites administrativos y finalmente decidió irse a la Facultad de Ciencias de la UNAM. Recientemente, su tesis doctoral recibió el Premio Weizmann Kahn 2004 en el área de Innovación Tecnológica.