Excélsior
14 de junio de 2006
Thelma Gómez Durán
thelma.gomez@nuevoexcelsior.com.mx
Hacer de la ciencia y la tecnología aliadas en la toma de decisiones políticas y económicas es uno de los motores de la Fundación Nacional de Investigación, organismo que ofrecerá consultorías y asesorías científicas a instituciones públicas, privadas y a la sociedad civil.
Creada por la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), la Academia Nacional de Medicina (ANM) y la Academia de Ingeniería (AI), esta fundación pretende convertirse en un organismo que ponga el conocimiento científico y tecnológico al «servicio de la sociedad» para resolver problemas vitales del país, resalta el doctor Juan Pedro Laclette, presidente de la AMC.
El doctor Laclette, el ingeniero Gerardo Ferrando, presidente de la AI, y el doctor Misael Uribe, presidente de la ANM, firmaron hace un par de semanas el convenio para crear la Fundación Nacional de Investigación.
«En nuestras tres academias conjuntamos a especialistas de todas las área de conocimiento, por lo que la fundación podrá brindar asesoría y consultoría científica en casi cualquier área», comenta el doctor Laclette, quien explica que para lograr que la fundación sea autofinanciable se cobrarán las consultorías que se realicen para las dependencias públicas o empresas privadas.
Hasta el momento, cada una de las academias realiza servicios de asesoría o consultoría a distintas instancias gubernamentales. Por ejemplo, la AMC tiene un convenio con la Cámara de Diputados para otorgar asesoría en la elaboración de los proyectos de ley. Con la Fundación Nacional de Investigación —asegura Laclette— se tendrá mayor capacidad para otorgar las asesorías y consultorías, pero sobre todo, será un organismo que se dedique exclusivamente a mantener el contacto entre los científicos y tecnólogos con la sociedad.
Para lograr este objetivo, la fundación trabajará en dos vertientes. La primera buscará impulsar el desarrollo científico y tecnológico del país, con el diseño de documentos guías que se presentarán al próximo presidente y a todo aquél que «tenga como responsabilidad la toma de decisiones en este tema». La segunda vertiente está relacionada con el diseño de estrategias para abordar temas prioritarios para el país como energía, salud, prevención de desastres, cambio climático y agua.
El doctor Juan Pedro Laclette acepta que con la creación de la Fundación Nacional de Investigación se busca sensibilizar a los políticos y a la población de la importancia que tiene la ciencia y la tecnología para el desarrollo nacional.
«Hay una relación directa y proporcional entre la magnitud de la inversión en ciencia, tecnología e innovación y el nivel de desarrollo de un país. Por ello insistimos en que la inversión en ciencia y tecnología debe ser vista como un factor prioritario para el desarrollo nacional y económico», indica el presidente de la AMC.
El científico comenta que la Fundación Nacional de Investigación será clave para mostrar en México que la ciencia y la tecnología, además de ayudar al desarrollo educativo del país, impulsan el desarrollo económico.
La Fundación Nacional de Investigación se organizará en comités por proyectos, los cuales tendrán a su cargo realizar estudios sobre asuntos como biodiversidad, cambio climático, salud, educación, energía, agua y sociedad civil.
«Cada una de las tres academias seguirá con sus labores y su independencia; la fundación no estará por encima de ellas, sino a su servicio», explica el doctor Laclette.
En términos administrativos, la Fundación Nacional de Investigación contará con una Junta Directiva y un Comité Ejecutivo, cuyos miembros serán los presidentes, vicepresidentes y dos miembros designados por cada una de las academias.