La Jornada
6 de noviembre de 2009
Emir Olivares Alonso
Entregan L’Oréal, UNESCO y la AMC galardones Mujeres en la Ciencia
Además de sufrir discriminación en sus labores las especialistas enfrentan falta de recursos
La ciencia es su forma de vida. Sin embargo, por ser mujeres han enfrentando discriminación en el desarrollo de su labor.
Marquidia Pacheco Pacheco, Yolanda Chirino López, Mónica Santos Mendoza y María Ortega Alfaro tienen varias cosas en común: son científicas, mexicanas, menores de 36 años y ayer fueron galardonadas con los premios Mujeres en la Ciencia otorgados por L’Oréal, la UNESCO y la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
Ante los bajos apoyos destinados por la Federación a la ciencia y la tecnología, las cuatro galardonadas usarán parte de los 100 mil pesos del premio a la compra de equipo para sus laboratorios e investigaciones.
Durante la ceremonia de premiación, se llamó a impulsar políticas que garanticen la igualdad de género en el sector, pues a escala nacional sólo la tercera parte de quienes se dedican a la ciencias son mujeres.
Desde hace cinco años, la coalición L’Oréal-UNESCO reconoce a científicas de los cinco continentes. En México es la tercera edición de los premios Mujeres en la Ciencia, que se otorga a investigadoras menores de 36 años cuyos proyectos se desarrollen en las áreas físico-matemáticas, ciencias de la tierra, biología y química; medicina y ciencias de la salud; ingeniería y tecnología, y biotecnología y ciencias agropecuarias.
Este año los organizadores recibieron 56 solicitudes, y resultaron ganadoras a Pacheco Pacheco, del Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares; Chirino López, del Instituto Nacional de Cancerología; Santos Mendoza, del Centro de Investigaciones Científicas de Yucatán, y Ortega Alfaro, de la Facultad de Química de la UNAM.
La primera fue triunfadora en el área de ingeniería y tecnología. Con su investigación desarrolló un reactor de plasma frío para el tratamiento de gases contaminantes, como los que emiten los escapes de los automóviles.
El prototipo desarrollado por Pacheco permite remociones superiores a 96 por ciento de gases tóxicos como los óxidos de nitrógeno, dióxido de azufre y compuestos orgánicos volátiles.
La investigación de Yolanda Chirino aborda el efecto de las partículas supendidas en el aire de la ciudad de México en sistemas biológicos, como las células de pulmón.
Sus estudios han demostrado que las partículas suspendidas en el aire provocan fuertes daños al ADN, pues aún cuando las células afectadas no mueran, sí transfieren el daño y con alteraciones a átomos hijos, lo que puede causar cáncer de pulmón.
Ortega Alfaro trabaja en el desarrollo de una tecnología que permitira abaratar los costos en el tratamiento del petróleo a partir del diseño de nuevas rutas de síntesis que permitan la eliminación –de forma directa y eficiente– de fragmentos que contienen azufre con el uso de complejos organometálicos de hierro.
La investigación de la científica de la UNAM también es de utilidad en la creación de fármacos, fragancias u otro tipo de polímeros, pues al aplicar los complejos organometálicos de hierro en pasos claves se contribuye a que la reacción sea más eficiente, rápida y limpia.
En tanto el proyecto de la investigadora yucateca está enfocado al estudio de la biología molecular del cacao y su propagación, con lo que se ayudará a incrementar la vida de anaquel del producto, disminuyendo su recalcitrante.
La investigación se basa en el estudio de los genes que intervienen en la embriogénesis de la planta teobroma cacao, a fin de establecer herramientas biotecnológicas para la correcta propagación de ésta, que es de interés nacional en el aspecto cultural, pero también en lo económico a escala internacional, ya que el chocolate se consume en todo el mundo.
La presidenta de la AMC, Rosaura Ruiz, señaló que la inequidad de género es una constante en la ciencia. Sólo 22.4 por ciento de los científicos que forman parte de la AMC, dijo, son mujeres. En tanto que en el Sistema Nacional de Investigadores las mujeres representan 32.8 por ciento. Estas cifras son muestra de la persistente inequidad en el ámbito científico, por lo que propuso que el Conacyt incremente el número y monto de becas para ese sector. A esta propuesta seadhirió la presidenta del DIF, Margarita Zavala.