El Financiero
05 de abril de 2006
Rosalía Servín Magaña
Rinden homenaje a intelectuales que llegaron a México
La Academia Mexicana de las Ciencias (AMC) rinde homenaje a los científicos y humanistas del exilio español en México con la creación de una cátedra sobre este momento histórico, la presentación de un libro del mismo tema y de un facsímil de otro que reconoce la labor del general Lázaro Cárdenas.
Todo comenzó en 1937, ante la inminente pérdida republicana de la Guerra Civil española. El entonces presidente Lázaro Cárdenas otorgaba una segunda patria a los cerca de 25 mil exiliados que llegaron a suelo mexicano con la esperanza de una nueva vida.
Se estima que el 60 por ciento eran agricultores, 30 por ciento técnicos y 10 por ciento intelectuales. Este minoritario grupo, al que se recordó en homenaje, dejó una «invaluable aportación a la ciencia».
Así lo reconoció Octavio Paredes, presidente de la AMC, quien frente al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y titulares de instituciones como el IPN y la UNAM, enalteció la asimilación, integración y participación de los transterrados con su país de adopción.
«No se puede soslayar a lo largo de nuestra historia ciertas tensiones entre indigenistas e hispanistas y las implicaciones del llamado encuentro de dos mundos… pero la emigración española encontró los espacios y las oportunidades para expresarse de una manera extraordinariamente valiosa y productiva», señaló.
Resaltó la labor que desempeñaron los españoles en el desarrollo de la ciencia, tecnología y humanidades, cuya mayor actividad, dijo, ocurrió en la UNAM, el IPN y en la Casa de España (actual Colegio de México).
En esta celebración José Enrique Villa Rivera, director general del IPN, comentó sobre la inserción de los académicos españoles al instituto, que marcaron un eje en las ciencias médicas, biológicas, sociales, administrativas, ingenierías y matemáticas, así como en la historia del país.
La política exterior del gobierno del presidente Cárdenas permitió ofrecer un espacio seguro, de tolerancia, libertad y trabajo para una elite de intelectuales, científicos, artistas y filósofos españoles que se integraron a la vida académica, aportando sus conocimientos y capacidades a favor de un renacimiento cultural y científico del país, subrayó.
Salvador Barberá, secretario general de política científica y tecnológica del Ministerio de Educación y Ciencia de España, dijo que el trabajo en común fue el mejor legado que pudo dejar «aquella feliz aventura de la llegada de los intelectuales españoles».
Luego de develar una placa conmemorativa, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas celebró que se haya hecho este homenaje y recogido esa información sobre los científicos y humanistas españoles que vinieron a dar una importante y valiosa contribución a México.
Como parte de esta celebración la UNAM, el IPN, el Colegio de México y la AMC firmaron un convenio de colaboración para crear la cátedra Exilio español, cuyo objetivo es realizar conferencias, coloquios, diplomados y cursos en torno a este acontecimiento.