La Jornada
26 de agosto de 2005
José Galán
Por e-mail, el organismo »sugiere» a directores suspender toda obra o licitación
Los montos retenidos »por razones supervenientes al Gobierno federal» equivalen a 212 mdp
Encargados de los recintos aseguran que el dinero había sido autorizado desde enero pasado
El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) anunció a los 27 centros de investigación de excelencia en el país que los recursos para inversión aprobados desde enero pasado no les serán entregados, y «sugirió» a los directores de dichos centros suspender toda obra o licitación debido a «esta mala noticia».
Estos recursos suman en total 212 millones de pesos, y su «retención» por parte de las autoridades del Conacyt provocó preocupación en directores de instituciones como el Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) y el Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (IPICYT), así como en legisladores vinculados a la Comisión de Ciencia y Tecnología y en la propia Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
En un correo electrónico dirigido por Héctor García Medina, director de coordinación del Conacyt con los centros de investigación, se informó que «por razones supervenientes del gobierno federal», las autoridades del Conacyt «no tenemos la seguridad de contar con dichos recursos, por lo que les sugiero suspendan todo trámite relativo a los procesos de licitación en el caso de haberlos iniciado, para el gasto de inversión de estos recursos».
Fechado el pasado martes 23 de agosto y dirigido a todos los centros de investigación, el comunicado sostiene que el Conacyt «seguirá insistiendo» para que los centros obtengan mejores condiciones para «hacer frente a estas difíciles condiciones», ya que «estamos convencidos de que seguirán siendo centros de excelencia, como lo han demostrado siempre, y anunció que, en el caso de aquellas instituciones que pidieron transferir recursos de inversión del capítulo 1000, «Servicios Personales», ese mismo día 23 de agosto las autoridades del Conacyt acudieron a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para que, en caso de que el trámite «se encuentre atorado y sin ninguna posibilidad de que se obtenga la transferencia requerida», se proceda a administrar los recursos en la inversión «antes de que suceda otra cosa».
Veto de chequera
Este anuncio resulta en un impacto muy importante y negativo para equipamiento e infraestructura, que de por sí ya estaban limitados por las políticas del gobierno federal, advirtió José Luis Morán, director del IPICYT, quien recordó que los recursos estaban autorizados desde enero pasado. «Hace un mes nos dijeron la cantidad que nos tocaría, y ahora nos avisan que no habrá tal. Es desconcertante, por decir lo menos», añadió.
Para el presidente de la AMC, Octavio Paredes López, es necesario investigar si realmente Conacyt cuenta o no con ese dinero. En cualquier caso, añadió, no es posible anunciar a los centros de investigación que tienen recursos para infraestructura, obra y operación, y al mes comentar que finalmente tales recursos no existen, justo cuando los centros ya comenzaron a hacer programas para erogar los recursos. Se trata, añadió, de una política de «arranque y pare que despedaza todos los esfuerzos para que esos centros avancen».
Para el diputado federal Víctor Alcérreca, de la Comisión de Ciencia y Tecnología, resulta «lamentable» la situación del Conacyt, que, añadió, «busca curarse en salud». Posiblemente, dijo, esos recursos nunca existieron, pero lo cierto es, continuó, que ni esos ni otros recursos están fluyendo. Para el legislador, pareciera que «hay un veto de chequera», y que «tal parece que alguien quisiera cobrarse algo».
-¿A quién se refiere?
-Al que tiene la chequera.
Para el director del CIDE, Enrique Cabrero, que tiene en marcha la construcción de una importante biblioteca, el anuncio del probable recorte de los dineros «indudablemente nos dificulta continuar con los programas de crecimiento. Muchos de los centros tenemos necesidades de infraestructura, que no se pueden postergar».
Y advirtió que también tendrá impacto negativo en el terreno académico, porque obligará a postergar programas de investigación. «Espero que sea una señal temporal, y la situación se corrija en el término de algunas semanas o un par de meses». De no ser así, advirtió, «entonces sí vamos a tener que dramatizar la situación» y realizar manifestaciones públicas de rechazo «por los costos que esto generará en nuestra actividad».