AMC: en el sureste se intensifica el atraso en ciencia y tecnologí­a

La Jornada
11 de noviembre de 2005
José Galán / Enviado

Crear redes regionales entre instituciones educativas, opción para abatir el rezago

Se agudiza en la región la falta de polí­ticas públicas y de interés de la IP
Necesario, que los legisladores comprendan la importancia de la investigación para el paí­s, destacó Octavio Paredes

Mérida, Yucatán.-En el sureste del paí­s se agudiza la ausencia de polí­ticas públicas de los tres niveles de gobierno, la falta de interés de la iniciativa privada y la carencia de diálogo entre instituciones de educación superior, lo que mantiene en el atraso el desarrollo de la ciencia y la tecnologí­a, que aquí­ enfrenta el mayor rezago nacional, reconocieron académicos e investigadores en un foro regional organizado por la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).

Como solución propusieron no sólo mayor financiamiento, sino la necesidad de un cambio de mentalidad entre las propias instituciones educativas para la creación de redes regionales destinadas a aportar conocimientos y experiencia en la solución de problemas comunes, así­ como replantear propuestas para acceder a los fondos mixtos y sectoriales del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnologí­a (Conacyt).

Octavio Paredes López, presidente de la AMC, afirmó en la inauguración que a escala nacional el problema de la ciencia no se circunscribe sólo al dinero o el financiamiento, sino a la voluntad polí­tica para impulsar -como hace falta sobre todo en el sureste- estrategias que trasciendan los sexenios y las polí­ticas partidistas. Y advirtió que a la sociedad mexicana en su conjunto conviene reconocer que «los cientí­ficos sí­ somos útiles; no estamos encerrados, aislados, nada más pidiendo dinero».

La propuesta de presupuesto para ciencia y tecnologí­a en 2006 implicarí­a reducir su financiamiento de .37 por ciento del producto interno bruto en 2005 a .33 por ciento.

Paredes López subrayó la necesidad de que los legisladores comprendan que para impulsar el desarrollo del paí­s y de sus regiones es primordial reconocer a la ciencia y la tecnologí­a como motor del crecimiento económico y social.

Al foro asistieron rectores como Raúl Godoy Hernández, de la Universidad Autónoma de Yucatán, y Francisco May Rosado, de la Universidad de Quintana Roo; así­ como Alfonso Larqué Saavedra, director del Centro de Investigaciones Cientí­ficas de Yucatán, e Iván Ortega Blake, responsable del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav-IPN) unidad Mérida. El gobernador panista Patricio Patrón Laviada no se presentó.

Los siete estados de la región sureste cuentan, en promedio, con un académico inscrito en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) por cada 29 mil 319 habitantes; en conjunto aportan 122 millones de pesos a los fondos mixtos y sectoriales del Conacyt.

Veracruz cuenta con el mayor número de investigadores en la región (231), pero es el que tiene mayor población, cerca de 7 millones de habitantes, y aporta 6 millones de pesos a dichos fondos, mientras Tabasco es el estado que más contribuye -47 millones de pesos-, mas sólo tiene 47 investigadores adscritos al SNI.

Yucatán lidera la zona

Yucatán es el estado más avanzado. Cuenta con un investigador nacional por cada 7 mil 809 de sus cerca de un millón 700 mil habitantes; después de Veracruz, es la entidad con mayor número de miembros del SNI, con 212, pero sólo aporta 10 millones de pesos a los fondos mixtos y sectoriales del Conacyt.

En total, la región, la más rica en biodiversidad del paí­s y con los retos cientí­ficos y tecnológicos que significan la explotación del petróleo, el abandono de la pesca y las actividades agrí­colas, además de la presión social y ambiental de la industria turí­stica, cuenta con 738 miembros del SNI; es decir, 6.4 por ciento de un total de 11 mil 500 miembros contabilizados en el quinto Informe de gobierno de Vicente Fox Quesada.

Para el rector Godoy Hernández no basta tener en México un proceso generador de conocimiento, sino que el Estado debe crear condiciones para que este proceso realmente tenga impacto en los factores económicos de la producción, y consideró necesario trabajar de manera emergente con los jóvenes.

Sin embargo, en la mesa de discusión de los representantes de las principales instituciones de educación superior de la región, el diagnóstico profundo sobre la situación de la ciencia y la tecnologí­a en el sureste brilló por su ausencia.

En la sesión de preguntas y respuestas, Ortega Blake, del Cinvestav-IPN, puso el dedo en la llaga: es necesario crear redes regionales de investigación entre las instituciones para buscar reducir el rezago académico que, afirmó, en términos generales se trata de atraso histórico: «Aquí­ está el ejemplo clásico de los cí­rculos viciosos, por ejemplo, en educación, salud o empleo».

Por ello, insistió en resolver ya dicho rezago, y convertir los cí­rculos viciosos en cí­rculos virtuosos mediante polí­ticas nacionales que den prioridad al desarrollo del sureste.

El foro regional de ciencia y tecnologí­a, agregó por su parte Paredes López, generará consideraciones que serán proporcionadas, en su momento, a los candidatos a la Presidencia de los partidos más importantes.

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