Reforma
15 de marzo de 2006
Patricia López
Mauricio terrones, que recibirá el galardón en septiembre, estudia actualmente la nanoestructura del carbono y otros materiales
Distrito Federal.-Experto en nanoestructuras y miembro del Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (IPICYT), el mexicano Mauricio Terrones Maldonado será galardonado con el Premio de la Academia de Ciencias para el Mundo en Desarrollo (TWAS, por sus siglas en inglés).
A sus 37 años de edad, Terrones se convierte en el científico más joven en ser reconocido con ese premio, que le entregará en septiembre el Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
En un comunicado de la Academia Mexicana de Ciencias, a la cual pertenece, el científico dijo sentirse muy orgulloso con este reconocimiento en el área de ingeniería.
«Este premio demuestra que los jóvenes investigadores pueden tener un buen nivel y que son capaces de sacar adelante la investigación científica en países en desarrollo como México, pese al escaso reconocimiento que en la mayoría de los casos se les da», comentó.
Lamentó que este tipo de distinciones tengan que provenir del extranjero, antes de ser reconocido en el propio país.
«Nadie es profeta en su tierra. Por lo general en México se argumenta que todavía estás muy chavo. Y si eres bueno, te dicen que vas bien, pero que todavía no te tocan los premios».
Para Terrones, el problema de la ciencia mexicana radica en que está organizada de forma piramidal, donde los viejos científicos están arriba y los jóvenes abajo.
El científico, quien desde su doctorado en la inglesa Universidad de Sussex ha trabajado estrechamente con el Premio Nobel de Química Harold Kroto, exhortó a quienes todavía conciben la organización de la ciencia de forma piramidal a cambiar esa actitud y trabajar con los jóvenes investigadores para impulsarlos y apoyarse con trabajos conjuntos, como sucede en los países desarrollados.
Actualmente, Terrones estudia la nanoestructura del carbono y otros materiales.
«Queremos hacer nuevos materiales inteligentes utilizando la nanotecnología, es decir, materiales que respondan por sí solos a estímulos como el calor o el frío».