La Jornada
13 de noviembre de 2005
José Galán / Enviado
Seguir como está o incorporarse a la SEP, otras dos opciones para el consejo: CIDE
Condenan en foro criterios inútiles de políticos centralistas en materia de ciencia y tecnología
Mérida, Yuc., 12 de noviembre. Enrique Cabrero Mendoza , director del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), reveló que por las dificultades económicas y estructurales en el país, la comunidad científica debate la situación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), sobre todo en tres escenarios: que permanezca como está, pero con certidumbre financiera; que se reintegre a la estructura de la Secretaría de Educación Pública (SEP), o que, de plano, se convierta en secretaría de Estado.
Por otra parte, es necesaria una modificación en la mentalidad centralista de los tomadores de decisiones políticas, que sujetan las regiones del país a criterios inútiles por su desconocimiento de las diferentes realidades que conviven en México y, en el caso de la ciencia y la tecnología, la situación se agudiza por el escaso financiamiento y la falta de nuevos modelos institucionales, concluyeron académicos e investigadores reunidos aquí en el Foro Regional de Ciencia y Tecnología, organizado por la Academia Mexicana de Ciencias y el Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología del Estado de Yucatán.
Para Cabrero Mendoza, el diseño institucional de que goza actualmente el Conacyt podría jugar el papel de impulsor de una verdadera política de Estado para la ciencia y la tecnología, siempre y cuando contara con «un apoyo sistemático de recursos presupuestales, más allá de diferencias partidistas o ideológicas. A pesar de las condiciones, y si se afinaran los mecanismos de asignación presupuestal, podría mantenerse no sólo como está, sino mejorar». De todas formas -añadió- será estratégico para el próximo gobierno.
Riesgo de politización mayor
Por otra parte, el director del CIDE sostuvo que el formato de secretaría de Estado para el Conacyt sería «una buena noticia. Si alguien está en favor de la propuesta, y quiere que vayamos a ese formato, resultaría interesante para la comunidad científica», expresó, aunque advirtió: «hay dos riesgos para quienes estamos en la administración pública. Uno es la burocratización, que generaría una serie de nuevas funciones que el Conacyt actual no tiene y que tendría que asumir la nueva secretaría, y el segundo riesgo es que se politizaría aún más, ya que al estar la ciencia a nivel de gabinete tendría mayor contenido político».
Finalmente, continuó, lo importante es que, en estos tiempos electorales, y los que vendrán, cualquiera de los candidatos adopte a la ciencia y la tecnología como una prioridad, no sólo porque sea un deber con la comunidad científica, sino porque es un factor central para la competitividad y los procesos productivos. Lo importante es que sea un tema central de sus plataformas electorales.
Por otra parte, los académicos e investigadores congregados en la capital yucateca para participar en el Foro Regional de Ciencia y Tecnología, reconocieron el rezago que en esos sectores enfrenta la región sureste, con indicadores por debajo de la media nacional, y coincidieron en la necesidad de un cambio de mentalidad de buscar articulaciones académicas entre las instituciones estatales y regionales.