Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/120/08
México, D. F., 7 de noviembre de 2008
- Coinciden especialistas que México, por ser su Centro de Origen, debe proteger la biodiversidad del maíz de los riesgos y peligros que representa el maíz transgénico
- Se realizó el Primer Congreso Internacional de Biotecnología y Bioingeniería en el CINVESTAV, Unidad Zacatenco
- Elena Álvarez-Buylla, investigadora del Instituto de Ecología, señaló que México está obligado a proteger la Biodiversidad del maíz en su Centro de Origen.
Foto: AMC
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Ante los riesgos y peligros que representa el maíz transgénico, México está obligado a proteger la Biodiversidad del maíz en su Centro de Origen, subrayó Elena Álvarez-Buylla, investigadora del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), al participar en el Primer Congreso Internacional de Biotecnología y Bioingeniería, realizado ayer en el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (CINVESTAV), Unidad Zacatenco.
Señaló que la Ley de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados de nuestro país establece claramente que México es el Centro de Origen y Diversidad de plantas como el maíz (lo que no ocurre con todas las especies), por lo que es necesario analizar el contexto social y económico del país antes de aplicar una tecnología.
El maíz es una especie con gran diversidad al tener una amplia dinámica genómica, entonces, el introducir genes a un Centro de Origen, en donde existe la posibilidad de flujo génico, implica incertidumbre y posibles riesgos, totalmente distintos a la situación de otros países, dijo la especialista en su plática Suficiencia tecnológica, riesgos y peligros de maíz transgénico en su Centro de Origen: México.
Álvarez-Buylla acotó que es fundamental documentar la presencia, la frecuencia, la distribución y la dinámica de los transgenes en las razas criollas (de maíz), sobre todo a la luz de nuevos desarrollos, que sí pueden implicar, sin lugar a dudas, no riesgos, sino peligros.
En esto coincidió con Ignacio Chapela, investigador de la Universidad de California, Berkeley, quien en su presentación Ciegos, no más: mapeo a una escala geográfica de organismos transgénicos, indicó que persiste una ceguera que ha impedido avanzar en temas que proponen la introducción de materiales transgénicos en el ambiente.
En este sentido, propuso desarrollar un instrumento y la metodología para producir mapas que puedan ser utilizados para mostrar la distribución de varios organismos, no solamente plantas transgénicas, que funcione a una escala geográfica real en tiempo y en espacio, similar a la tecnología de los mapas de Google, con una resolución y precisión al nivel de secuencia y que sea distributivo.
También en el marco del Primer Congreso Internacional de Biotecnología y Bioingeniería , Luis Herrera Estrella, investigador del Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad (LANGEBIO) del Cinvestav, Unidad Irapuato, afirmó que el uso de la tecnología en transgénicos todavía no es un éxito global, porque hay países que aún no la usan.
Sin embargo, explicó que para 2007 se habían sembrado 120 millones de hectáreas a escala mundial. “Inicialmente eran solamente países avanzados, primordialmente Estados Unidos y Canadá, pero el uso de estos cultivos transgénicos en países en desarrollo se ha incrementado, particularmente en Argentina, Brasil, India y China”.
El investigador, integrante de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), explicó en su ponencia El maíz transgénico: ¿Un riesgo para la diversidad genética del Maíz en México?, que en un principio, la tecnología transgénica se orientó a producir acumulación de vitaminas, aminoácidos y minerales en frutos y semillas de variedades transgénicas, y más recientemente se trabaja en cuestiones más complejas como la tolerancia a la sequía.
Por su parte, Alejandra Covarrubias, investigadora del Instituto de Biotecnología de la UNAM, se refirió a los esfuerzos realizados en México para el entendimiento de los mecanismos que utilizan las plantas para soportar estrés ambiental, como lo son las sequías, salinidad y congelamiento.
Durante su exposición Alternativas biotecnológicas para el mejoramiento de rasgos complejos en plantas: resistencia al stress, dijo que las plantas silvestres son resistentes al estrés ambiental, pero con un costo: sus frutos son pequeños, al reprimir su metabolismo, por ello es necesario aprender cómo trabajan los genes de estas plantas. “La Biotecnología Agrícola, debe ser una tecnología alternativa, se debe usar en combinación con las prácticas agrícolas convencionales”
Más adelante, Maria Alejandra Álvarez, investigadora del Instituto de Ciencia y Tecnología de Argentina, destacó que el 83 por ciento de los medicamentos aprobados por la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA, por sus siglas en inglés), y que se encuentran de venta en el mercado de están basados en proteínas recombinantes.
Respecto a los biofármacos, agregó, se pueden producir utilizando huevos transgénicos, células de insectos y plantas transgénicas, siendo éstas las mejores alternativas, sobre todo la planta de tabaco, alfalfa, semillas de cereales, leguminosas, oleaginosas, frutas y hortalizas.
En el Primer Congreso Internacional de Biotecnología y Bioingeniería en el Cinvestav, también participó Antonio Serratos Hernández, investigador de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, quien en su ponencia Biotecnología Agroecológica, Biodiversidad y Agricultura Sutentable, se refirió a las 59 variedades de maíz que tiene México, por lo que dijo que México puede ser autosuficiente y convertirse en el país reserva del maíz.