Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/076/15
México, D.F., 31 de marzo de 2015
- Se trata de aprovechar este recurso humano de alta calidad que tiene un costo para la UNAM de 60 mil pesos anuales en los niveles de preparatoria y licenciatura, sin contar los años de posgrado, destaca Héctor Hernández, coordinador de Planeación, Presupuestación y Evaluación
- Reconoce que la Universidad ha dado un paso importante en el tema de la jubilación; está cerca de llegar a 600 académicos retirados. La meta es retirar a 200 por año para incorporar a igual número de jóvenes egresados
- Después de 10 años, la UNAM aprueba el posgrado número 41
- Héctor Hiram Hernández Bringas, coordinador de Planeación, Presupuestación y Evaluación de la UNAM, dio a conocer la aprobación de un nuevo posgrado en la institución.
Foto: Elizabeth Ruiz Jaimes/AMC.
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México no puede dejar de producir recursos humanos calificados, profesionales con posgrado, porque rezagaría al país, pero tampoco debe abandonar las políticas públicas para incorporar a los jóvenes con maestrías y doctorados a los sectores público y privado, consideró Héctor Hernández Bringas, coordinador de Planeación, Presupuestación y Evaluación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Señaló que es imperativo seguir generando egresados con doctorado aunque de manera paralela se enfrenta el reto de qué hacer con ellos. Tan sólo la UNAM gradúa 750 doctores por año, uno de cada cuatro que obtienen dicho grado académico en el país.
Indicó que este reto es para la UNAM y para todo el sistema educativo nacional, el tratar de aprovechar este gran recurso humano de alta calidad, ya que es una gran inversión la que se hace pues cada alumno universitario tiene un costo para esta casa de estudios -y para el país- de 60 mil pesos anuales, cantidad que se tiene que multiplicar por los tres años que consta la preparatoria y los cuatro años de licenciatura, sin contar con la inversión que los años del posgrado requieren.
Por tal motivo, Hernández Bringas reconoció la importancia de incorporarlos a la planta académica o a la de investigación instalada en el país, en el sector público o privado; aunque admitió que este desafío tiene que verse a la luz también de las jubilaciones.
Jubilación y nuevo posgrado
Sobre el tema de la jubilación, aseguró que en la medida en que las universidades e instituciones de educación superior e investigación no encuentren una salida o una solución al retiro digno de los académicos, sin duda el país seguirá teniendo un cuello de botella: “La UNAM ha avanzado y ha dado un paso importante y lo sigue dando en ese sentido, estamos cerca de llegar a los 600 académicos retirados”.
Lo anterior, dijo el doctor en ciencias sociales, tiene una contraparte positiva, porque a la par se cuenta con el programa de incorporación de jóvenes académicos con doctorado. “Si logramos mantenernos en la meta de ir retirando 200 académicos por año, estaremos en condiciones de incorporar a igual número de recién egresados por año también”.
Indicó que la UNAM con estas iniciativas está haciendo su aportación, pero advirtió que no es suficiente pues se requiere que esta acción se implemente en todo el país.
“La experiencia de la UNAM bien podría ser considerada por otras instituciones de educación superior e investigación, el programa de retiro voluntario tiene un costo económico, pero con una planeación inteligente, a la larga, en cuatro o cinco años, se vuelve autofinanciable por una simple razón: un académico de 70 a 75 años de edad representa el triple de gasto que uno joven recién incorporado, debido a las primas de antigüedad”.
Un nuevo posgrado
Héctor Hernández Bringas, integrante de la Academia Mexicana de Ciencias, destacó, a propósito de la reciente quinta edición del Congreso de Alumnos de Posgrado, la aprobación el pasado 24 de marzo del posgrado número 41 de la UNAM.
“La oferta de posgrado tiene una gran versatilidad y una gran riqueza. Tenemos 40 programas y recién se aprobó el número 41 después de 10 años que no se aprobaba uno nuevo”. El posgrado es sobre ciencias de la sostenibilidad, un tema que el funcionario consideró hacía falta y que congrega la mayor cantidad de entidades académicas de la Universidad, lo que hace ver que los posgrados no pertenecen a las facultades o institutos, sino más bien son una suerte de consorcios.
Tras la aprobación del posgrado se emitirá la convocatoria respectiva para el próximo ciclo escolar. En este en particular, ciencias de la sostenibilidad, participan las Facultades de Ciencias, Ingeniería, Ciencias Políticas y Economía; los Institutos de Ecología y Biología, el Centro de Ecosistemas, entre otros.
“Tiene una perspectiva no solo biológica de los temas ambientales, también sobre las personas, de los efectos o consecuencias que las poblaciones sufren a partir de las alteraciones ambientales en los ecosistemas”, dijo.
El Congreso
En 2011, Hernández Bringas fue coordinador de Estudios de Posgrado y organizó en aquella ocasión el Congreso de Alumnos de Posgrado de la UNAM, una de las propuestas incluidas en el Plan de Desarrollo 2008-2011 del rector José Narro.
La idea del Congreso fue crear una comunidad de posgrado, pues los estudiantes además de estar en las más diversas áreas temáticas que tienen cada uno de los posgrados, estaban dispersos, algunos en institutos, en facultades o escuelas, incluso en campus foráneos de la Universidad.
“No había una instancia académica que los congregara de alguna manera, muchos posgrados de estos 40 hacían su propio congreso. Estoy convencido que desde el primer encuentro ha habido un beneficio, pues se fueron generando las condiciones para una identidad entre los alumnos del posgrado universitario, que hoy llegan a sumar 27 mil estudiantes”, sostuvo.
Elizabeth Ruiz Jaimes.