Reforma
28 de febrero de 2008
Grupo Reforma
Recuerda el físico Héctor Domínguez que la modernidad y la industrialización están relacionados proporcionalmente con los índices de polución
Ciudad de México.- La modernidad y la industrialización están relacionadas proporcionalmente con los índices de contaminación, afirmó el físico Héctor Domínguez Álvarez, durante su participación en el Programa Domingos en la Ciencia de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
En la conferencia Nuestra atmósfera y el efecto invernadero añadió que acuerdos como el Protocolo de Montreal en 1987 ha logrado cambios, pues las naciones se comprometieron a reducir la producción de gases CFC –clorofluorocarbonos, halones y bromuro de metilo– cuya presencia en la atmósfera es considerada la principal causa de destrucción de la capa de ozono.
Actualmente, 180 naciones se han sumado a dicho esfuerzo «y están cumpliendo esta norma, sin embargo, no podemos decir que se ha erradicado el uso o la sustitución total de sistemas de refrigeración, de aire acondicionado y aerosoles que generan estos gases».
Domínguez Álvarez, adscrito a la Dirección de Divulgación de la Ciencia de la UNAM, agregó que el dióxido de carbono que se desprende al quemar madera y combustibles fósiles –como carbón, gasolina, gas y petróleo ocasiona un aumento en la temperatura global del planeta, lo que conocemos como calentamiento global.
«Los niños y jóvenes actuales tendrán que enfrentar este gran problema que no se resolverá en un mes o en un año», dijo en la conferencia, difundida a través de un comunicado de la AMC.
El físico resaltó la necesidad de que Estados Unidos se sume al Protocolo de Kioto, pues es el país más contaminante del mundo y continuamente incrementa su emisión de los gases de efecto invernadero.
Ante un grupo de niños, jóvenes y padres de familia que se dieron cita el domingo 24 de febrero, en La capilla del museo de ciencias Universum, Héctor Domínguez hizo recomendaciones prácticas en beneficio de la atmósfera, tales como usar racionalmente el automóvil, no quemar basura y apagar las luces innecesariamente encendidas en los hogares.
«La mayor parte de la energía eléctrica se produce en plantas termoeléctricas que queman petróleo y emiten grandes cantidades de dióxido de carbono», recordó.