Reforma
17 de octubre de 2005
Dora Luz Haw
Refuerza universidad de EU vínculos con el País. Arrancan hoy especialistas semana de conferencias magistrales
Para el economista Jaime Serra Puche, estudiar su doctorado en la Universidad de Yale (fundada en 1701), después de su licenciatura en la Universidad Nacional Autónoma de México y su maestría en el Colegio de México, ha sido una de sus experiencias más importantes de su vida.
«Me ayudó a disciplinar y sistematizar mi capacidad analítica y me permitió acercarme a un mundo intelectual que no conocía, en el que la dedicación de los profesores a la investigación y a la academia es plena.
«Pero sobre todo, me dio una gran confianza profesional, es decir, obtener el doctorado allá me da la oportunidad ahora de ofrecer mis servicios en cualquier parte del mundo. Para un joven mexicano, una experiencia de esta naturaleza, cambia totalmente sus perspectivas y horizontes», asegura.
De ahí que el presidente del Yale University Club de México A.C se interese en aumentar la presencia de esta casa de estudios en el País y, a su vez, provocar que más alumnos busquen una oportunidad para estudiar en esta universidad, una de las más reconocidas de Estados Unidos, la segunda más antigua de ese país y la segunda en el mundo con mayor presupuesto para operar, en ambos casos después de la de Harvard.
Por tal motivo, Serra Puche organizó la Semana de Yale en México, un ciclo de conferencias que tendrá lugar del 17 al 21 de octubre en diversas sedes del Distrito Federal, impartidas por algunos de sus académicos más reconocidos, sobre temas sumamente variados, que van desde el arte de los antiguos mayas, hasta los hoyos negros o la brujería en Nueva Inglaterra.
A Yale se le conoce principalmente por sus egresados de economía y negocios, explica, sin embargo, para demostrar que su oferta es mucho más amplia, se invitó a astrónomos, historiadores y expertos que son autoridad en diversas áreas. La aspiración es lograr que esta iniciativa se repita anualmente.
«A pesar de que es una universidad relativamente pequeña y produce pocos estudiantes, los egresados son muy buenos, de hecho, se posiciona en el mundo como la número uno. Tiene la tendencia a formar líderes, de los últimos seis presidentes de Estados Unidos, cuatro han sido egresados de ella».
El responsable de dirigir las negociaciones e implementación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, explica que para organizar este ciclo se buscó el apoyo de diversas instituciones mexicanas que, interesadas en la presencia de los investigadores y los temas a tratar, copatrocinaron esta actividad.
Con apoyo del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales, del ITAM, el PIEM, la AMC, el Instituto de Astronomía de la UNAM y el Instituto Mexicano de la Competitividad, durante la Semana de Yale vendrán a México los líderes de oficinas de admisiones de Yale para hacer presentaciones en preparatorias y universidades a fin de invitar a los alumnos a estudiar licenciatura o posgrado allá.
Estudiar en Yale es cuestión de «empuje» y no de tener dinero, aclara el ex Secretario de Hacienda, ya que existe el programa Admisión Ciega de Necesidades, que admite a alumnos con capacidad, tengan o no capital, y se le acompaña con un programa de ayuda económica. Para el posgrado hay un convenio con Conacyt, gracias al que se apoya financieramente al interesado en estudiar allá.
El Yale University Club de México está planeando el programa «Bulldog», con ayuda del Tecnológico de Monterrey, con el que diversos estudiantes de Yale vendrán en el 2006 a pasar un verano para trabajar en diversas empresas. Asimismo buscarán que alumnos mexicanos estudien en Yale algunos cursos de verano.