La Jornada
21 de febrer0 de 2007
Jesús Aranda
El VIH y el sida no deben ser considerados «causa inmediata e irrefutable» para que los individuos afectados sean suspendidos de ninguna actividad ni, específicamente, de las fuerzas armadas.
Así lo afirmó la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) en un estudio elaborado a petición del ministro José Ramón Cossío, en el que señala que «el VIH y el sida son dos etapas de un mismo proceso infeccioso», cuya evolución se ha alterado y mejorado marcadamente con los tratamientos disponibles, y que los pacientes con atención adecuada «no tienen ninguna limitación física ni mental que los proscriba de ninguna actividad laboral o social».
Agregó que cada caso debe ser evaluado de manera individual, que a la persona se le puede reubicar o incapacitar parcial o totalmente, «pero no suspenderle sus derechos a la salud, ni transitoria ni parcialmente».
El Ejército tiene un catálogo de 220 enfermedades que justifican la baja de los soldados, por eso, la AMC solicitó que en padecimientos en que hay disponibilidad de tratamientos y diagnóstico, la ley del ISSFAM pueda modificar frecuentemente la lista de aquellos padecimientos en que el paciente se pueda rehabilitar.
A pesar de que durante la presidencia de Azuela en la Corte se firmó el convenio con la AMC, ayer éste descalificó el informe y otras opiniones científicas expresadas por sus compañeros, y dijo que, en todo caso, a quien corresponde presentar pruebas es a los quejosos, no al ministro.