Reforma
26 de agosto de 2005
Diana Saavedra
Países como México deben comprender que se necesita continuar apoyando la ciencia básica para tener conocimiento qué aplicar, ya que sin este conocimiento no se podrían fabricar nuevos aparatos electrónicos para la vida diaria, advirtió Samuel S. Ting, físico ganador del Nobel en 1976.
Durante su visita a México, Ting se reunió con el titular del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, Jaime Parada ívila, para explicarle la importancia de que México participe en proyectos internacionales, como en la Estación Espacial Internacional (ISS), así como para presentarle el trabajo que ya realizan investigadores de la UNAM en colaboración con especialistas del Centro de Investigaciones Nucleares (CERN), en Suiza.
«Vine a presentarle el proyecto AMS (Alpha Magnetic Spectrometer), en el que colaboran muy buenos investigadores mexicanos, pero aún no es oficial la participación de este país, así que vine a invitarlos para que den un poco más de apoyo al proyecto que viajará rumbo a la ISS en 2008», comentó Ting.
El AMS es un proyecto internacional desarrollado por el CERN y la Agencia Aeroespacial Estadounidense, en el que colaboran diversas naciones del mundo y que buscará estudiar a fondo los rayos cósmicos y la antimateria, ambos temas básicos para llevar al hombre más allá de la Luna.
«De hecho, el gobierno del Presidente George W. Bush, de los Estados Unidos, tiene la visión de llevar al hombre a Marte y si no se conoce el funcionamiento de la materia y la antimateria, así como de los rayos cósmicos, no se podrá hacer. Este experimento puede llegar a ser clave para conseguirlo», agregó.
Arturo Menchaca, especialista del Instituto de Física de la UNAM y colaborador de Ting, explicó que por el momento la UNAM es quien ha dado los apoyos necesarios para la participación mexicana en el proyecto, pero ha sido algo modesto y sólo como un grupo de colaboración.
«Hemos contribuido con algunos de los fotorreceptores, es algo simbólico, ya que el aparato necesita como mil y nosotros contribuimos con diez, pero es parte del trabajo que hemos hecho y esperamos que cuando los mexicanos vean a la ISS digan, ahí va un trocito de México», comentó Menchaca.
Si bien los especialistas de la UNAM ya entregaron los fotorreceptores, para los cuales la máxima casa de estudios invirtió al menos cien mil pesos, aún se requiere su participación en el diseño de otros sistemas.
«El proyecto AMS cuesta mil 300 millones de dólares, sin incluir los vuelos de instalación que serían 3 y cada uno de ellos cuesta 400 millones de dólares, pero sabemos que su gobierno (México) no puede hacer una gran aportación, pero no hay participaciones pequeñas», comentó Ting.
Menchaca aclaró que para que el País tuviera una participación más importante se requeriría de una inversión de un millón de dólares, por lo que el titular del Conacyt le pidió que presente el proyecto de investigación en la próxima convocatoria que será sometida a la aprobación de la comunidad científica.
«Ya antes habíamos pedido apoyo, sobre todo para los viajes y viáticos que estos proyectos requieren, pero no nos lo habían aprobado, ahora Parada me encomendó hacer el proyecto que será presentado dentro de dos meses», concluyó el investigador de la UNAM.