La Jornada
18 de septiembre de 2007
Rosa E. Vargas y Emir Olivares
Se reúnen, discuten, hacen amarres, pero ninguno se destapa
En dos meses el rector Juan Ramón de la Fuente tendrá sucesor
A más tardar en 60 días, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) tendrá nuevo rector. El académico que dirigirá la institución en los próximos cuatro años será seleccionado de entre un grupo que oficialmente no existe: ninguno de sus seis prospectos se ha arriesgado a confesar públicamente sus aspiraciones antes de que se emita la convocatoria. Pero ahí están y se muestran perseverantes.
La vida en los campus transcurre aparentemente con normalidad. Así se nota en aulas, laboratorios, talleres, cubículos, jardines, teatros, bibliotecas, espacios deportivos y oficinas.
Sin embargo, el ambiente de la sucesión ya se respira y se mueve al menos en dos planos.
Uno, el de académicos y estudiantes que convocan a reuniones para analizar quién será el sucesor de Juan Ramón de la Fuente y cuál es el proyecto de universidad que deberá proponer el sucesor; otro, acaso imperceptible, pero sin duda más intenso, el de quienes, una vez sopesada la decisión en los ámbitos personal y gremial, harán pública su intención de contender por el cargo.
Bajo ese ambiente, los probables aspirantes a la rectoría se acicalan, buscan reunirse ¡a título personal! con alguno de los 15 integrantes de la Junta de Gobierno de la UNAM (la instancia que elegirá al rector), organizan fiestas de cumpleaños y se multiplican en los compromisos sociales y políticos. En síntesis, trabajan en lo que en política se conoce como ¡amarres!.
Los requisitos para ocupar la rectoría de la universidad más importante de América Latina son los siguientes: ser mexicano por nacimiento, mayor de 35 años y menor de 70, tener grado universitario superior al de bachiller, haber cumplido al menos 10 años de servicios docentes o de investigación en la institución, ostentar prestigio en su especialidad y ser una persona ¡honorable y prudente!.
La lista informal de los aspirantes para el periodo 2007-2011 la integran, por orden alfabético, los siguientes universitarios:
José Antonio de la Peña, director adjunto de Desarrollo Científico y Académico del Conacyt; Gerardo Ferrando Bravo, ex director de la Facultad de Ingeniería; José Narro Robles, director de la Facultad de Medicina; Rosaura Ruiz Gutiérrez, secretaria de Desarrollo Institucional; Fernando Serrano Migallón, director de la Facultad de Derecho, y Diego Valadés, ex director del Instituto de Investigaciones Jurídicas.
En los corrillos universitarios se menciona también al presidente de la Academia Mexicana de Ciencias, Juan Pedro Laclette; a Jorge Flores, investigador emérito del Instituto de Física, y al director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Fernando Pérez Correa.
José Antonio de la Peña Mena
Ex director del Instituto de Matemáticas de 1998 a 2006; fue presidente de la Academia Mexicana de Ciencias entre 2002 y 2004. En 2005 obtuvo el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el campo de las ciencias físico-matemáticas.
Hace cuatro años, De la Peña buscó ser rector. Para apuntalar sus aspiraciones enderezó una fuerte crítica a la administración de De la Fuente. Como otros lo han hecho en semanas y meses recientes, el matemático mantiene contacto regular con integrantes de la Junta de Gobierno.
Hace ocho años apareció entre los firmantes de un documento que vetaba a José Narro Robles para ocupar la rectoría luego de la renuncia de Francisco Barnés de Castro, en pleno conflicto de la huelga universitaria que se prolongó 10 meses.
Tras difundirse esa carta dirigida a la Junta de Gobierno, De la Peña se deslindó. Apoyó el aumento de las cuotas en la UNAM, pero cuando compitió contra De la Fuente cambió su postura y viró hacia la gratuidad. Su argumento fue que cualquiera podía cambiar de opinión.
Gerardo Ferrando Bravo
Ex director de la Facultad de Ingeniería, es mencionado por segunda ocasión consecutiva en la lista. Apenas el viernes pasado fue agasajado con una gran fiesta por su cumpleaños. Las invitaciones circularon profusamente; entre los asistentes estuvo Jorge Borja Navarrete, quien desde hace un mes es miembro de la Junta de Gobierno.
Acudió también el ex integrante de dicho órgano Javier Jiménez Espriú. La lista de convocados incluía al jefe del Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard; los ex rectores Guillermo Soberón, José Sarukhán y Francisco Barnés, e integrantes de los colegios de Ingenieros y de Arquitectos, además de directivos del Sistema de Transporte Colectivo Metro.
Ferrando Bravo ha ocupado diversos cargos en la UNAM. En la Comisión de Estudios Administrativos fue subdirector general de planeación, coordinador de administración escolar y tesorero entre 1992 y 1999.
Su carrera en el sector público incluye la coordinación de los servicios de salud de la Presidencia de la República; también fue delegado en Venustiano Carranza, director del Metro y actualmente labora en Fonatur. Preside la Academia de Ingeniería.
José Narro Robles
Conocido entre la comunidad universitaria por su personalidad conciliadora en la administración y la academia, actualmente es profesor titular C de tiempo completo. Fue coordinador del Congreso Universitario de 1990 y es director, en segundo periodo, de la Facultad de Medicina.
Se desempeñó como secretario general de la UNAM con Jorge Carpizo y en los primeros dos años de José Sarukhán.
Narro Robles ha ocupado los cargos de director general de Salud Pública en el Distrito Fe-deral, la secretaría general del Instituto Mexicano del Seguro Social, las ubsecretarías de Po-blación y Servicios Migratorios y de Gobierno en la Secretaría de Gobernación, y una subsecretaría en la Secretaría de Salud.
Es socio numerario de la Academia Nacional de Medicina y ha sido asesor de la Organización Mundial de la Salud y presidente de la Asociación Mexicana de Medicina General-Familiar.
í‰sta sería la cuarta ocasión en la que busque el cargo. Participó en los procesos de 1988, 1992 y 1999, es decir, en las dos elecciones de Sarukhán y la primera de Juan Ramón de la Fuente.
Rosaura Ruiz Gutiérrez
Formada en biología, la secretaria de desarrollo institucional de la UNAM sería la tercera mujer en la historia universitaria en ser aspirante a la rectoría. En 1988 sonó Elizabeth Luna Traill, entonces directora del Instituto de Investigaciones Filológicas, y en 1997 la filósofa Juliana González, ex directora de la Facultad de Filosofía.
En su trayectoria dentro de la universidad está la titularidad de la dirección del departamento de estudios de posgrado, entre 2000 y 2003. Es investigadora nacional desde 1998 y actualmente ocupa la vicepresidencia de la Academia Mexicana de Ciencias, lo que virtualmente la convierte en la futura presidenta de esa institución.
Participó como promotora del Consejo Mexicano del Posgrado, instancia que busca fortalecer ese nivel académico a escala nacional.
Fernando Serrano Migallón
Director de la Facultad de Derecho y miembro de la Academia Mexicana de la Lengua. En su formación académica incorpora, además, estudios en economía e historia; los tres grados los obtuvo en la UNAM.
Forma parte de las academias de la Investigación Científica y de la Mexicana de Jurisprudencia y Legislación; es integrante de la Barra Mexicana Colegio de Abogados, del Colegio Nacional de Economistas, del Instituto Nacional de Administración Pública, y del Consejo Consultivo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Diego Valadés Ríos
Ha combinado la academia y el sector público; este año buscaría por segunda ocasión ser rector de la UNAM. Fue convocado por la Junta de Gobierno en 1999, pero la decisión favoreció a De la Fuente. Hace cuatro años se le mencionó de nuevo, sin embargo, declinó y apoyó la relección del rector en funciones.
Fue procurador general de Justicia del Distrito Federal y general de la República en 1994.
También fue abogado general de la UNAM y es director del Instituto de Investigaciones Jurídicas, así como miembro del Sistema Nacional de Investigadores y de El Colegio Nacional.