Reforma
28 de octubre de 2009
Karla Garduño
Especialistas en energía lanzaron hoy duras críticas a la política energética del gobierno federal y aseguraron que la reforma petrolera promovida por Felipe Calderón y aprobada hace un año en el Congreso no ayuda a que México logre una transición del uso de combustibles fósiles a energías renovables.
En el segundo día del foro ‘Reforma Energética para un Futuro Sustentable’, organizado por la Academia Mexicana de las Ciencias, expertos de diversas instituciones académicas y el sector privado reprobaron las estrategias definidas tras la reforma, especialmente en lo que se refiere a transición energética.
Pablo Mulás, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana; Lourdes Melgar, consultora en temas energéticos; Jorge Huacuz, del Instituto de Investigaciones Eléctricas; Jorge Islas, del Centro de Investigaciones Energéticas; Claudia Sheinbaum, del Instituto de Ingeniería, y Carlos Enrique Escobar, de la Facultad de Química, de la UNAM, coincidieron en que el nuevo marco legal no fija plazos ni mecanismos de regulación adecuados.
«La estrategia es una mezcla de propuestas ya existentes, no hay nada que realmente funcione para la transición energética; además, hay una discrepancia entre la retórica y lo que se está haciendo realmente», dijo Melgar.
Para ejemplificarlo, la investigadora señaló la insistencia de la Secretaría de Energía en invertir en carboeléctricas, a pesar de que son más contaminantes e implican la importación del carbón; en cambio, el gobierno federal tiene abandonado el tema de la energía nuclear, un tipo de energía renovable a la que están apostando la mayoría de los países.
«En un país donde el Presidente va a inaugurar cualquier cosa, hasta un centro comercial, es increíble que hasta el momento no se haya inaugurado la planta nuclear de Laguna Verde, cuando tiene los mejores estándares internacionales», lamentó Melgar, quien considera que el tema de la energía nuclear es una especie de tabú en la Sener.
Sheinbaum, integrante del Frente Amplio Progresista, consideró que problema es que el objetivo de la política energética en el país sigue siendo la entrada de capital privado a la industria. Mientras eso siga así, advirtió, no será posible extender el debate a otros temas como el desarrollo de energías renovables.
«Mientras México promueve la participación privada, en el mundo ese debate ya se acabó. Lo que hay es mayor participación estatal sobre todo en términos de inversión y de regulación y promoción», señaló la investigadora.
La investigadora lamentó que no se den mayores apoyos a los productores de energías renovables, a pesar de los intentos de la Comisión Reguladora de Energía por desarrollar esquemas de pequeños productores e incentivos fiscales.
«El mejor ejemplo es Alemania, pero si Alemania lo hace es a través de la política pública en la que se promovió que todo aquel que generara energías renovables era el primero al que se tenía que comprar. Y a través del subsidio a las energías renovables, para paliar la diferencia de costo de producción», dijo Sheinbaum.
Dispersión de mecanismos
Jorge Islas consideró plausible que por primera vez existan en México consejos consultivos para Energías Renovables y para el Aprovechamiento Sustentable de Energía; una Comisión Nacional de Energía y una Comisión de Bioenergético, derivadas de la Ley de Promoción y Desarrollo de Bioenergéticos –creada en febrero del 2008–. Sin embargo, alertó sobre los efectos de esa dispersión institucional.
«Me da temor que estos consejos están muy desvinculados entre ellos y se pierde la visión política del desarrollo de energías renovables. Además, la estrategia nacional para la transición energética engloba todos los programas del gobierno federal encaminados al uso de energías renovables y sus metas son muy tímidas», señaló.
Para lograr un trabajo a largo plazo y más enfocado, dijo, es necesario que todos estos esfuerzos estén coordinados por una sola entidad, algo así como una Comisión Nacional de Energías Renovables.
Apuesta a medias
La tibia apuesta por la energía eólica fue otro punto criticado por los investigadores.
En su Programa Nacional de Energías Renovables recientemente publicado, la Sener apuesta al desarrollo de la energía eólica. Para el 2012 se prevé que entre el 4.5 y el 6.6 por ciento de la energía producida provenga de fuentes de energía renovable, entre 1.74 y 2.91 específicamente de la eólica.
Sin embargo, el desarrollo de la energía eólica tampoco se está llevando a cabo en el país como se debería, lamentó Jorge Huacuz, del Instituto de Investigaciones Eléctricas, quien dijo que prácticamente todo se importa en esa industria, incluyendo a los técnicos.
«España o Alemania han avanzado mucho en energía eólica, porque es un buen negocio y por eso se metieron ahí. Es una plataforma industrial que dará competitividad a estos países en el tema energético; y desde el punto de vista de suministro tecnológico van a ser unos grandes», explicó Huacuz.
«Si a las energías renovables se les diera el 0.01 del presupuesto que se le da a la exploración petrolera tendríamos mejores oportunidades. Mientras no produzcamos estos estudios no podemos aquilatar lo que se puede hacer», añadió.
Visión a corto plazo
La corta visión a futuro de las nuevas leyes, como la Ley para el Aprovechamiento de las Energías Renovables y el Financiamiento de la Transición Energética y la Ley para el Aprovechamiento Sustentable de la Energía, que tienen metas de cuando mucho 15 años, fue otra de las críticas en este foro.
«Con toda la efervescencia para la nueva refinería, me pregunté cómo era posible que nadie hubiera tomado la decisión de construir una nueva refinería en 40 años», lamentó Pablo Mulás, «hubo quien me dijo que era más barato importar la gasolina, pero estas cosas no sólo deben considerar la parte económica».
Según el experto en geotermia, ningún Presidente se interesó en un proyecto así, porque una refinería tarda más de seis años y no le iba a tocar inaugurarla.