Diario de Yucatán
12 de abril de 2007
Miguel íngel Granados Chapa
Plaza Pública
La Universidad Nacional inviste hoy doctores honoris causa a siete personajes eminentes, que a lo largo de sus productivas vidas han realizado los valores que la UNAM promueve. Es un haz representativo de la diversidad intelectual y humana, mujeres y hombres, creadores e investigadores, polemistas no convencionales. Y un político en la mejor acepción de la palabra.
Leopoldo García-Colíu Scherer nació en el Distrito Federal el 27 de noviembre de 1930. Se graduó sucesivamente de químico y de físico en la UNAM y se doctoró en Física en Maryland. Ingresó en el Colegio Nacional en 1977 y desde 1988 es miembro del Sistema de Investigadores Nacionales. También recibió en el 88 el Premio Nacional de Ciencias y Artes. Fue subdirector del Instituto Mexicano del Petróleo. La Universidad Autónoma Metropolitana (de cuya unidad Iztapalapa es fundador) le entregó el año pasado el primer emeritazgo que otorga. Es doctor honoris causa por la Universidad Iberoamericana y por la Autónoma de Puebla. Se le tiene con justedad como ¡el fundador y principal promotor de la Física Estadística en México!.
Juliana González nació en la ciudad de México en 1936. Se doctoró en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, de la que fue directora de 1990 a 1998, y donde es profesora emérita. Ha sido integrante de la Junta de Gobierno de la Universidad Nacional, de la Academia Mexicana de Ciencias, del Consejo de la CNDH y del Colegio de Bioética. A partir de ¡La metafísica dialéctica! de Eduardo Nicol, aparecido en 1981, no ha cesado de publicar: ¡El malestar en la moral. Freud y la crisis de la ética!, ¡í‰tica y libertad!, ¡El héroe en el alma. Tres ensayos sobre Nietzche!. ¡El ethos, destino del hombre!. ¡El poder de Eros!. ¡El ascenso o elevación de la libertad —ha escrito— no puede darse como ruptura, o sea, sin raíces que penetren en la vida y en la realidad!.
Ricardo Lagos fue, hasta el año pasado y a partir de 2000, presidente de la República de Chile. Nacido en 1938, se tituló de abogado en 1960 en la Universidad de Chile y se doctoró en Duke dos años después. Con intervalos ejerció la docencia y la administración académica: dirigió una escuela y un instituto en su alma máter, y enseñó en su país, en Argentina y en Estados Unidos. Miembro del Partido Radical, se hizo después independiente de izquierda y luego se adhirió al Partido Socialista. Exiliado tras el golpe militar de 1973, retornó a su país cinco años después. Desde entonces fue principal impulsor de la vuelta a la democracia. Ministro de educación y de obras públicas, concluyó su presidencia con vasto asentimiento popular.
Ricardo Miledi y Dau nació en Chihuahua en 1927. Se graduó de médico cirujano en la UNAM en 1955 y, por recomendación de su profesor Arturo Rosenblueth fue becario de la Fundación Grass, de cuyo comité de selección fue después cabeza. Ha enseñado en Australia, el Reino Unido, Italia y Estados Unidos. Pertenece a la ¡Royal Society of Sciences! y a la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos. Por sus aportaciones a la neurobiología molecular, mereció en 1999 el Premio Príncipe de Asturias. Lo han hecho doctor honoris causa las universidades del País Vasco, de Trieste, de Querétaro y de Chihuahua. Es investigador en el Instituto de Neurobiología de la UNAM y profesor distinguido en la Universidad de California en Irvine.
Nélida Piñón nació el 3 de mayo de 1937 en Río de Janeiro. Estudió periodismo en la Pontificia Universidad Católica de su ciudad natal, y se posgraduó en Letras en Columbia. Su vasta y diversa obra literaria —iniciada en 1961 con la novela Guía-mapa de Gabriel Arcanjo— ha sido reconocida en 1995 con el Premio Juan Rulfo, otorgado por la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, el Menéndez y Pelayo en 2003. En 2005 recibió el Príncipe de Asturias, por su ¡incitante obra narrativa (sustentada) en la realidad, la memoria y también en la fantasía y los sueños!. Al encabezar en 1996 la Academia Brasileña de Letras, se convirtió en la primera mujer en presidir un órgano como ese, en todo el mundo.
Giovanni Sartori nació el 13 de mayo de 1924 en Florencia, en cuya Universidad se graduó en 1946 y de la cual es profesor emérito, como lo es también en Columbia, su actual sede. Creador de una abundante obra de ciencia política, estudioso de la democracia, los partidos políticos y la ingeniería constitucional, roturó nuevos territorios al escribir ¡Homo videns!. La sociedad teledirigida —dedicada ¡a Ilaria, que lee! y no se empobrece sólo mirando—, en que se ocupa de ¡la preponderancia de lo visible sobre lo inteligible!. Premio Príncipe de Asturias en 2005, ha recibido el doctorado honoris causa de las universidades de Génova, Georgetown, Guadalajara, Buenos Aires, la Complutense de Madrid y Bucarest.
Fernando Savater (nacido Fernando Fernández-Savater Marín) oriundo de San Sebastián, estudió en la Universidad Complutense de Madrid. De la Autónoma de esa misma ciudad fue expulsado en 1971, porque su talante libertario era excesivo para el tardofranquismo y se exilió. Al volver enseñó en el País Vasco, cuya pertenencia a España defiende a grados que exasperan al nacionalismo y, más aún, al separatismo terrorista. Practicante de géneros diversos, alcanzó su influencia principal como ¡filósofo de compañía!, autor de ¡í‰tica para Amador! y ¡Política para Amador!. En ¡La tarea del héroe!, de 1981, que marca su tránsito, deseó convertirse en un ¡conservador sin vileza!, de igual modo que había sido ¡un revolucionario sin ira!.— México, D.F.
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