Reforma
19 de abril de 2006
Guillermo Cárdenas
Dice candidato que los problemas de la Ciudad deben resolverse con ayuda de los investigadores
Ciudad de México.- De convertirse en el siguiente Jefe de Gobierno de la Ciudad, Marcelo Ebrard someterá al escrutinio de la comunidad científica sus políticas de Gobierno.
El candidato de la Coalición por el Bien de Todos se comprometió a ello ante representantes de la comunidad científica con quienes se reunió ayer.
«El Gobierno de la Ciudad tiene la obligación no sólo de escucharlos, sino de contrastar sus políticas públicas y diseñar de manera conjunta cómo vamos a evaluar las que estamos siguiendo», afirmó.
Para ello, ofreció que de llegar al cargo sostendrá una reunión trimestral con los científicos, no sólo para deliberar su programa de Gobierno, sino para evaluar las vías de solución a los problemas que aquejan a la Ciudad.
Ante miembros de la Academia Mexicana de Ciencias, Ebrard dijo que es indispensable crear el Instituto o la Secretaría de Ciencia y Tecnología del Distrito Federal.
Para conseguirlo, se requiere la colaboración de instituciones de educación superior como la UNAM, el IPN y la UAM, dijo.
«Hay que ponerse de acuerdo en la forma de lograrlo», indicó.
Sobre la intervención de la comunidad científica, el ex secretario de Seguridad Pública local prometió firmar un convenio con la AMC.
Los científicos presentes analizaron los principales problemas de la urbe, como abasto de agua potable, inseguridad, contaminación, vivienda, transporte y educación.
Según Ebrard, estos deben resolverse en un plazo no más allá del 2008, para lo cual es indispensable el apoyo de la comunidad académica.
«La información sin fundamento científico es un desastre», apuntó.
Acompañado en el presidium por el presidente de la AMC, Octavio Paredes, y por el coordinador de la Investigación Científica en la UNAM, René Drucker, el aspirante recalcó que debe hacerse un esfuerzo para mejorar la calidad de la educación en el DF.
Recordó que la Ciudad posee el mayor número de investigadores y egresados de posgrado, por lo cual debe crearse una alianza benéfica para ambas partes, de modo que pueda aprovecharse el conocimiento.
Lorenzo Meyer, investigador de El Colegio de México, urgió a fomentar una educación de calidad como lo han hecho China y la India, pese a ser naciones pobres.
«Las materias primas, como la plata, ya no son la salida para el desarrollo, sino el capital humano», advirtió Meyer.
Comentó que aun cuando la ciencia y la tecnología son responsabilidad de la federación, el gobierno capitalino tiene que velar por una educación de excelencia dentro de su Universidad de la Ciudad de México.
Manuel Perló, director del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad, preguntó al aspirante qué haría con el problema del agua y de dónde la va a obtener, pues las actuales fuentes de abastecimiento ya no pueden ampliarse.
«Tenemos», dijo, «un sistema hidráulico pendido de alfileres, deficiente y muy costoso que no puede continuar».
Al encuentro también asistieron Carlos Mena, del Centro Mario Molina para Estudios Estratégicos sobre Energía y Medio Ambiente; Elena Azaola, del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, y René Jiménez y Alicia Ziccardi, del Instituto de Investigaciones Sociales, entre otros.