El Tiempo.com de Colombia
12 de enero de 2008
La sentencia es más difícil de cumplir de lo que parece: la ciencia debe ser divertida.
Esa frase, que se ha convertido en uno de los lemas más trillados en los colegios del país, es un dolor de cabeza para los profesores que no han podido dar el salto a la nueva forma de dictar clase.
Una ayuda extra les quiere dar la Academia Colombiana de Ciencias.
A partir de enero, un grupo de docentes colombianos recibirá capacitación -liderada por la Academia- para inducir a sus alumnos en la experimentación científica a través de la observación.
«La idea es que el niño sea su propio constructor de conocimientos», explica Jaime Rodríguez Lara, director de la institución.
En días pasados, Lara firmó un convenio de cooperación con México, donde ya se cumplen ocho años trabajando con el proyecto ‘Ciencia en tu escuela’, que se basa en la premisa «primero divierte y después enseña», según relata Pedro Laclette, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias.
Se expande a siete países
«Se trata de transformar el sistema tradicional de repeticiones y memoria en un aprendizaje divertido», dice Laclette sobre este modelo que en su país ya ha llegado a 11 de los 29 estados y ha obtenido buenos resultados.
Según las últimas evaluaciones, desde que se implantó, el desempeño científico de los niños ha mejorado entre un 15 y un 30 por ciento.
Por eso, el Ministerio de Educación de México decidió compartir el proyecto con siete países de América Latina, entre los que se encuentra Colombia, donde después de los últimos resultados de las pruebas internacionales Pisa -para estudiantes de 15 años- se llegó a la conclusión de que la ciencia es el punto débil de las escuelas.
A cada nación, el gobierno mexicano girará anualmente 35 mil dólares, que serán la base para implantar el modelo y aportará además materiales lúdicos, material de trabajo y toda la experiencia.
La idea, según expresó Rodríguez Lara, es generar en los estudiantes una actitud más inquisitiva ante la ciencia y que observen, indaguen y sean capaces de resolver enigmas.
Pero para eso, lo primero es formar a los maestros en creación de clases divertidos para enseñar a hacer ciencia, de manera que matemáticas, física, química y biología dejen de ser las materias ‘coco’ para los niños, porque, bien lo dice Laclette, «no mejoraremos la calidad de la enseñanza si no mejoramos la capacitación de los profesores».
La Academia Colombiana de Ciencias espera que el proyecto tenga eco en el Ministerio de Educación y la Secretaría de Educación de Bogotá, para que con sus aportes se garantice la permanencia de sus logros.
Al igual que en Colombia, en Perú, Bolivia, Panamá, República Dominicana, Costa Rica y Guatemala, países que también firmaron el acuerdo, ‘Ciencia en tu escuela’ tendrá una evaluación anual para establecer resultados y estudiar la pertinencia de su continuidad.