Milenio Diario
6 de mayo de 2008
Joaquín López-Dóriga
Crisis y oportunidad también son sinónimos. Florestán
La crisis por la que atraviesa el PRD, al cumplir sus primeros 19 años de vida, sí puede ser peor. Es un partido que se ha vuelto impredecible cuando a cada escala de su conflicto encuentra salidas insólitas, lo que se ha agudizado en las últimas siete semanas, en las que le ha sido imposible contar todos los votos de las elecciones del 16 de marzo para elegir presidente y secretario general de su Comité Ejecutivo Nacional.
La ruta ha sido imposible desde que sus órganos internos no pudieron contar el total de los votos y declararon vencedor a Alejandro Encinas con 83.95 de las casillas computadas, lo que equivalía a anular los votos de nueve entidades y afectar 60 por ciento, lo que no les pesó para levantarle la mano al ex jefe del Gobierno del Distrito Federal que tenía el apoyo de Andrés Manuel López Obrador, que lo hizo su candidato.
Ya venía desde la misma noche de la elección cuando con los conteos rápidos declararon ganador al candidato de Izquierda Unida, Encinas, sobre el de Nueva Izquierda, Jesús Ortega.
Desde entonces todo se les salió de las manos. A aquella primera declaración de la victoria de Encinas, siguió la renuncia de los integrantes del Consejo Técnico Electoral, que presidía Arturo Núñez; las revelaciones sobre el manipuleo en la Comisión de Garantías, a cargo de Dolores de los Ángeles Nazares; los consejos políticos citados y suspendidos; el vencimiento de todos los plazos; la prolongación del mandato de Leonel Cota una semana, su renuncia y la designación de dos interinos y la designación de un presidente provisional, Guadalupe Acosta Naranjo, todo en medio de las peores acusaciones que se hayan hecho a los protagonistas del PRD que se quejaban de la guerra sucia, con recursos ante el TEPJF y demandas en el IFE.
Así cumple el PRD 19 años, en condiciones inimaginables pero también impredecibles que no le auguran nada bueno, realidad que en ese partido, eluden.
Retales
1. DÉCADAS. Carlos Salinas contraataca y, trece años después, le vuelve a pasar a Ernesto Zedillo la factura de la responsabilidad por los errores de diciembre, con el agravante de una filtración a los hombres de negocios que, dice ahora Salinas, provocaron la fuga de divisas. ¿Responderá Zedillo? Seguramente no;
2. TRAIDORES. Alejandra Barrales ha terminado de montar los cadalsos en los que ejecutará a los señalados por sus comités de salud como traidores. La lista la encabezan Ruth Zavaleta y Víctor Hugo Círigo; y
3. HONORES. La doctora Rosaura Ruiz González será la primera presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias. Rosaura es secretaria de Desarrollo Institucional de la UNAM. Su esposo es Pino de la Rocca, un histórico del 68 y de la izquierda mexicana.
Nos vemos mañana, pero en privado.