Diario de México
28 de marzo de 2007
Investigadores se pronunciaron por una política de Estado en materia científica, como un pivote para apuntalar la educación, y advirtieron que la exigencia de un cambio de fondo en la materia ¡se está volviendo clamor! en México.
En lo anterior coincidieron Mario Molina, Premio Nobel de Química; Juan Pablo Laclette, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias; y Pablo Rudomín, miembro del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional.
Al hablar en conferencia de prensa en el marco de la reunión preparatoria a la Conferencia Internacional ¡Ciencia y Bienestar: del asombro a la ciudadanía!, que se realizará en noviembre en Monterrey, destacaron que la ciencia es parte integral de la cultura moderna.
Así cualquier ciudadano debe estar consciente del papel que esta materia juega en la educación y su enseñanza debe extenderse no sólo a expertos sino iniciar incluso en los primeros años escolares, aprovechando la curiosidad innata de los niños.
Recomendaron que los niños aprenden de una manera activa no pasiva ni simplemente sentándose frente a un maestro y memorizando hechos de la ciencia, con lo que se forman adultos responsables, creativos, críticos y capaces de resolver problemas.
Destacaron la necesidad aprender de las historias de éxito de otras regiones del mundo en el ramo y aprovecharlas para el desarrollo económico, aumentar el nivel de vida y para avanzar hacia una sociedad más justa, responsable y equitativa en México.
Plantearon que el potencial para que los niños aprendan ciencia es enorme pero es muy poco aprovechada.
La falta de competitividad en México, la insuficiente innovación empresarial y las bajas calificaciones que muestran las evaluaciones hablan de un problema general que plantea la necesidad de redirigir los esfuerzos a la educación y a la ciencia, destacaron.
Advirtieron que si el país no ataca el problema educativo como debe ser, las consecuencias se agudizarán de sobre manera. ¡Todos vemos que países como China y Japón, que están invirtiendo en ciencia como nunca antes se ha visto, están dominando los mercados.
Sin embargo aquí, con todas las buenas intenciones que se tienen, no se ha logrado convencer de que la ciencia es una acción prioritaria. Y es que se ha pensado que eso le toca a la comunidad científica, lo que no es cierto, porque toca a toda la sociedad.
Expusieron que ¡asistimos a la sociedad del conocimiento donde hay una competencia feroz sobre todo lo que puede ser el conocimiento. México, que se ha caracterizado por ser exportador de mano de obra y materias primas, en pocos años enfrentará una situación muy difícil.
¡Ello no sólo en cuanto a la contaminación ambiental, las fuentes de energía y la capacitación del trabajo!. También dejaron claro que no se trata sólo de más recursos, sino también de cómo se usan éstos.