La Prensa
16 de octubre de 2009
Guillermo Ríos / El Sol de México
Organización Editorial Mexicana
Ciudad de México.- Además de ser discriminadas en la relación comercial con intermediarios al no ser dueñas de la tierra que trabajan, miles de mujeres mexicanas que laboran en el campo están perdiendo las tierras que sus maridos dejaron como garantía en manos de agiotistas, quienes les prestan dinero para emigrar a Estados Unidos o Canadá en busca de trabajo.
Emma María Zapata Martelo, investigadora del Colegio de Posgraduados (Colpos) e integrante de la Academia Mexicana de Ciencias explicó que obligados por la crisis económica, los campesinos dejan los certificados de propiedad como garantía en manos de «agiotistas» o personas que tienen posibilidad de prestarles dinero, pero si la persona que emigra no consigue trabajo, pierde los títulos que dejó empeñados al no saldar su deuda.
Y si de por sí la mujer ha estado inhibida de recibir tierras, con estas condiciones es peor: si el marido hipoteca las tierras, ella no va a heredar nada, ni sus hijas, lo que plantea un grave panorama, aseveró.