Cambio de Michoacán
6 de marzo de 2007
Redacción
Lourdes Torres Camargo
El geólogo adscrito a la Universidad de Arizona agregó que para lograrlo se requiere de infraestructura, salarios adecuados y el interés del gobierno para que la ciencia avance. «Así, el científico no batallará en la obtención de fondos para su investigación y se dedicará precisamente a desarrollarla».
Desde su perspectiva como mexicano que labora en el extranjero es importante apoyar la formación de nuevos investigadores, como una manera de impulsar la ciencia mexicana desde el exterior, tal como él lo ha hecho en su laboratorio en EU, donde ha recibido como estudiantes a connacionales.
Añadió la forma de vivir de la sociedad está en relación estrecha con la ciencia y la tecnología; sin embargo, en todos los países, incluido México, el problema radica en que la ciencia es percibida como algo que se necesita aplicar inmediatamente. «La ciencia básica es la impulsora de la tecnología aplicada», aseveró.
El especialista en geoquímica hizo hincapié en que la investigación realizada en el país en esta área científica es de primer nivel, misma que puede ser equiparada a la realizada en Estados Unidos, Canadá y la mayor parte de los países europeos.
«La geoquímica permite entender cómo se formó nuestro planeta, y últimamente se ha orientado a temas ambientales, por ejemplo, usar isótopos de plomo para conocer de donde viene este elemento que daña la salud de las personas», comentó.
Durante su conferencia de ingreso Los depósitos de Oro en Sudáfrica: implicaciones para la evolución de la atmósfera y de la vida en la Tierra, se refirió a los estudios realizados en esta zona donde se ubica 40 por ciento del metal precioso presente en nuestro planeta.
Los análisis geoquímicos elaborados por Joaquín Ruiz le permitieron establecer que el manto de oro (llamado Witswatersrand, el más grande del mundo( se originó del magma subterráneo hacia la corteza terrestre, y que dicho fenómeno ocurrió hace más de tres mil millones de años y no ha vuelto a suceder. «En ningún otro lugar en la Tierra se encontrará este oro magmático», indicó.
El geofísico mexicano y su equipo de colaboradores lograron sistematizar un método de fechamiento basado en Renio y Osmio, que le permitieron establecer la edad de dicho manto y que se utiliza en diversas partes del mundo para fechamiento de otros elementos.
Asimismo, determinó que cuando se formó el depósito de oro la concentración de oxigeno en la atmósfera era menor al actual. Otros descubrimientos realizados en Witswatersrand fue la presencia de bacterias y agua en pequeños acuíferos a cuatro kilómetros de profundidad dentro de las minas, cuyo origen también se remonta mínimo a mil quinientos millones de años.
En entrevista, el especialista señaló que su ingreso a la AMC puede afianzar más las relaciones académicas entre ambos países, por lo cual se sintió honrado al ser recibido como el Miembro Correspondiente por el presidente de la Academia, Juan Pedro Laclette.
En la ceremonia realizada en el auditorio Tlayolotl del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el titular de la asociación científica dijo que la membresía correspondiente está integrada por 70 investigadores, entre ellos nueve premios Nobel, quienes son líderes en su campo de investigación y tienen una participación real y activa con grupos de investigación mexicanos.
En el auditorio se contó también con la presencia de Gustavo Tolson Jones, director del Instituto de Geología; José Francisco Valdés Galicia, director del Instituto de Geofísica, y Dante Morán-Zenteno, investigador del Instituto de Geología, quien propuso a Ruiz para ingresar a la AMC.
Tomado de la Agencia de Noticias de la Academia Mexicana de Ciencias, con autorización de los editores.
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