La Jornada
29 de julio de 2009
Notimex
Fernando León Cedeño, del comité organizador de la competencia a nivel nacional, destacó que la delegación mexicana cumplió con las mayores expectativas, pues todos los integrantes ganaron una presea.
México, DF. Tras competir contra 250 estudiantes del mundo en la materia a nivel bachillerato, la selección que representó a México en la XLI Olimpiada Internacional de Química, efectuada en Cambridge, Reino Unido del 18 al 27 de julio, regresó a casa con cuatro medallas.
Oliver Funabazama Bárcenas obtuvo medalla de plata, mientras que Gabriel Hernández Fernández, Eduardo Romero Montalvo y Robinzon Ramos Montalvo lograron bronce cada uno.
A su llegada al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), María Antonia Dosal Gómez, coordinadora de la Olimpiada Nacional de Química de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), señaló que los resultados de los jóvenes son notables, especialmente porque su preparación es, en gran medida, autodidacta.
A su vez, Fernando León Cedeño, miembro del comité organizador de la Olimpiada Nacional de Química de la AMC, destacó que la delegación mexicana cumplió con las mayores expectativas, pues todos los integrantes ganaron medalla en la competencia.
Los galardonados del certamen internacional coincidieron en que la competencia fue ardua, pues los exámenes teórico y práctico que sustentaron para lograr sus preseas tuvieron una duración de cinco horas cada uno.
Durante su estancia en el Reino Unido, los estudiantes visitaron la Universidad de Cambridge, famosa por la larga lista de científicos renombrados que ha producido, como Isaac Newton, Charles Darwin y Stephen Hawking, además de 82 laureados con el Premio Nobel que han pasado por sus aulas.
En esta ocasión, el presidente honorario de la XLI Olimpiada Internacional de Química fue Harold Kroto, Premio Nobel de Química 1996.
Uno de los principales logros de la Olimpiada Internacional de Química, de acuerdo con los organizadores, consiste en catalizar el entusiasmo de jóvenes brillantes para que enfrenten no sólo problemas humanitarios vitales, sino también problemas científicos fundamentales.
Dicho certamen se fundó en 1968, en Ostrava, en la antigua Checoslovaquia y sólo participaban países del antiguo bloque comunista, puntualizó la AMC en un comunicado.