Vanguardia
5 de septiembre de 2009
Karla Garza
Mientras Estados Unidos destina el 3 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) al desarrollo de la ciencia y la innovación tecnológica, en países como Venezuela la inversión está por encima del 2.5 por ciento y Cuba dedica el 2 por ciento, México está aún lejos de alcanzar un uno por ciento.
Y aunque autoridades federales y legisladores se han comprometido desde hace años a alcanzar ese uno por ciento propuesto por la Academia Mexicana de Ciencias para 2012, en términos reales el presupuesto aprobado para 2009 corresponde al .33 por ciento del PIB, por debajo incluso del .34 ejercido en 2008.
Cuestionado sobre este rezago en su visita al estado, el director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, Juan Carlos Romero Hicks, reconoció que falta mucha más inversión privada, más inversión pública federal, más inversión pública estatal y mayor acceso a fondos internacionales.
“Necesitamos que estas cifras provengan de todos los mexicanos y que vayan con una visión estratégica para resolver problemas de la vida cotidiana”, expresó.
Por un lado, en los países más desarrollados, apuntó, el 70 por ciento de la inversión en estos rubros es privada, exactamente la fórmula opuesta a la nacional. Y por el otro, “cuando vemos el resto del mundo desarrollado, el 60 por ciento de los doctores en ciencias están en la industria, no en la vida académica y en México más del 95 por ciento de los doctores en ciencias están en la parte académica”, señaló.
Esto se debe, sostuvo, en parte a una “inercia histórica”, pues hubo una época en el país en que era más sencillo importar tecnología que crearla y en parte también a la inercia económica. “Necesitamosmás en la industria, cambiar el modelo para que los egresados de los doctorados no solamente tengan la expectativa de trabajar en la academia, sino que también la tenga en la industria. Necesitamos más vinculación de todos los actores, fundamentalmente de la academia, el empresariado y los gobiernos”, señaló.
No habrá recortes a becas
Sin embargo, Romero Hicks dijo que el deficiente modelo actual “no se corrige ni desde el Gobierno ni desde la academia, tenemos que ver aspectos de mercado y de muchas cosas”.
Anunció finalmente que no habrá reducción de presupuesto en becas ni en posgrados ni en el Sistema Nacional de Investigadores.