Excelsior
28 de agosto de 2006
Thelma Gómez Durán
El Sistema Nacional de Investigadores se integra actualmente por 12 mil miembros, cifra que tendría que aumentar cinco veces para cubrir las demandas de conocimiento y lograr un desarrollo óptimo en todas las áreas. í‰ste es el planteamiento del presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), el doctor Juan Pedro Laclette.
Para combatir ese déficit, la AMC tiene como arma el Verano de la Investigación Científica, programa creado desde hace 16 años que consiste en otorgar becas a alumnos que cursan el sexto semestre de licenciatura, para que realicen estancias de dos meses en laboratorios científicos de todo el país, bajo la tutoría de un investigador. Con esta iniciativa, la AMC busca contagiar a los estudiantes el interés por la investigación científica.
«Los países que invierten en investigación se vuelven más competitivos y mejoran las condiciones de vida de su población… Mientras más se invierta en investigación, desarrollo e innovación en un país, más crecerá su economía», afirmó Laclette en una reunión con algunos de los jóvenes que participaron este año en el programa Verano de la Investigación Científica.
El también director del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM resaltó que el único bien universal es el conocimiento y para generar el nuevo saber, nuestro país requiere investigadores que subsanen el déficit en esta materia.
El 24 de agosto concluyó el Verano de la Investigación Científica 2006, en el que participaron 770 estudiantes del país, quienes realizaron proyectos en ciencias exactas, sociales, naturales, humanidades e ingenierías.
A los participantes que hacen una estancia fuera de su ciudad de residencia, se les otorga una beca de cinco mil pesos y el costo del pasaje redondo vía terrestre; mientras que para quienes asisten a un laboratorio en su propia ciudad, la beca es de dos mil 500.
Para otorgar las becas, la AMC tiene el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y de la iniciativa privada.