Once Noticias
28 de agosto de 2006
Rafael H. Guadarrama
Muchos estudiantes aprovecharon este verano para olvidarse de profesores y tareas. Ellos, no.
770 universitarios mexicanos prefirieron inscribirse al programa «Verano de la investigación científica», para compartir matraces y morteros con investigadores profesionales.
¡Nosotros los acercamos para que se dejen enamorar por la experiencia de hacer investigación científica, por la emoción de descubrir cosas, de intentar nuevos procesos!, expresó Judith Zubieta, coordinadora.
Alejandra sabía que le interesaba la investigación; después de este verano ratificó su proyecto de vida.
Alejandra Galiote Flores, de Biomedicina, de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, comentó: ¡Tu carrera es como la persona con la que te vas a casar, entonces, tenía que estar completamente segura de que eso quería. Ahora me veo como una investigadora, trabajando en un laboratorio!.
Lo mismo sucedió con José de Jesús, estudiante veracruzano de química quien definió su interés por la organometálica, tras visitar centros de la UNAM y el Politécnico Nacional.
¡No es algo terrible, química organometálica, pero eso es algo muy bonito y que, como dije, tiene mucha aplicación, como sus compuestos, hay algunos de platino que son anticancerígenos!, manifestó José de Jesús Cázares, de Ciencias Químicas de la Universidad Veracruzana.
Desde hace 16 años, la Academia Mexicana de Ciencias realiza el Programa «Verano de la investigación científica», a la fecha han participado más de 9 mil estudiantes mexicanos.
¡Tenemos ya doctores en México que participaron en los primeros veranos de la investigación científica de la Academia!, destacó Judith Zubieta.