JOSE GALAN
LA JORNADA
El país cuenta con aproximadamente mil 500 expertos, dice el académico
Esa rama de la ciencia tiene apenas 3 mil 500 estudiantes actualmente, lamenta
Advierte que, de no desarrollarse esta disciplina, seguiremos comprando tecnología que no entendemos
Sábado 5 de marzo de 2005.- México tiene 100 veces menos físicos per cápita que Estados Unidos. De hecho, el país cuenta sólo con aproximadamente mil 500 expertos en la materia, en parte, por un bajo reconocimiento de esta disciplina por parte del gobierno y de la iniciativa privada, y por otro, debido a las deficiencias en la educación media superior que no preparan a los estudiantes para una carrera científica.
Arturo Menchaca Rocha, coordinador del área física de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) consideró que la cifra es muy baja para una nación de poco más de 100 millones de habitantes y, agregó, en proceso de formación en el área de esa ciencia básica hay sólo alrededor de 3 mil 500 estudiantes en las universidades e instituciones de educación superior a escala nacional, lo que consideró que se puede traducir como una escasa vocación profesional hacia esa rama de la ciencia.
Menchaca Rocha, también director del Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México, reconoció que si bien en el país se forman cada año 60 doctores en física, las instituciones de educación superior sólo emplean 15 o 20 de ellos; los demás deberán buscar trabajo en la iniciativa privada, donde las plazas son muy escasas.
«Durante la década reciente se ha creado una institución o dependencia donde se hace física cada año, que por lo general emplea entre 15 o 20 investigadores», dijo, «pero en la actualidad se producen cada año 60 doctores en física, lo que significa que se producen tres veces más recursos humanos de los que el mercado es capaz de captar, dado que por lo general las instituciones ya formadas no tienen recursos económicos para abrir nuevas plazas».
En el contexto del Año Internacional de la Física, sostuvo por ello que es muy importante para nuestro país desarrollar esa ciencia o, de lo contrario, advirtió, seguiremos utilizando tecnología proveniente del extranjero que no entendemos y sólo la compramos porque nos parece bonita o por la marca, pero no somos capaces de reproducirla, ni de repararla si se descompone.
Sostuvo que México ha atravesado por tres etapas, que reflejan el atraso que ahora vivimos. En la década de los 50 del siglo pasado el sueño era hacer las cosas, es decir, fabricar los aparatos que utilizamos en la vida diaria. Después «ese avión» se nos fue y empezamos a pensar en repararlas. Y añadió que ahora ya no podemos ni entendemos los avances científicos, por eso, cuando un aparato tecnológico se nos descompone, simplemente lo tiramos, porqué no somos capaces ni de repararlo, «pues no entendemos esa nueva tecnología».
Lo peor de todo, agregó el académico, es que ni siquiera estamos tomando decisiones adecuadas y pensadas de cómo adquirir esa tecnología, o sea, uno adquiere lo bonito o por la marca, pero no lo entendemos a profundidad. «Compramos cosas sin saber que son».
Subrayó que la inversión en ciencia no es un lujo, sino una prioridad para el país, que puede propiciar el desarrollo de México y elevar la calidad de vida de sus habitantes.
»A la hora de amarrarnos el cinturón como país no debemos ser tontos. Tal vez habrá cosas que dejemos de hacer o gastar, pero no podemos matarnos de hambre o dejar de educar a la gente. Si alguien tiene poco dinero, la mejor inversión es la educación, para que su familia tenga un futuro mejor».