Los riesgos de una política científica gerencial (II)

El Universal
10 de marzo de 2009
Rosaura Ruiz y Rafael Loyola Díaz

cultura@eluniversal.com.mx

Evolución

Frente a las críticas que se formularon en su momento contra la fisonomía del programa de estímulos, los responsables del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) las desecharon sin mayor argumentación, descalificaron a las voces que advirtieron sus debilidades, vaciaron de recursos las arcas destinadas a programas de investigación, becas y organismos de investigación para fondear fondos sectoriales dedicados a la investigación aplicada y el desarrollo tecnológico, y obstaculizaron que los organismos colegiados, como el Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCYT), encargados de vigilar y supervisar el desempeño de las políticas en el ramo, cumplieran sus responsabilidades.

En algún momento el comité directivo del Foro se pronunció por realizar una evaluación, de la cual no solamente se conoce si alguna vez se hizo mientras que sus autoridades actuaron de comparsa con el Conacyt cuestionando sin argumentos y menospreciando las advertencias y críticas que expresaban la conveniencia de revisar el Programa en cuestión y su aplicación.

Esto último resulta todavía más preocupante si se toma en cuenta que la actividad científica se rige por el discernimiento permanente, la búsqueda de razones, la confrontación de argumentaciones fundamentadas y el reconocimiento del error antes que la descalificación.

Estos preceptos en ningún momento se cumplieron por quienes en esa ocasión llevaban las riendas de la conducción científica desde el gobierno federal y los organismos colegiados representativos de las comunidades de investigadores y tecnólogos. En esta circunstancia, se recuerda el pronunciamiento que hizo el entonces responsable del FCCYT, en un texto que circuló en diciembre de 2004, en el sentido de que “algunas personalidades conocidas por su propensión a disentir de manera sistémica de las políticas oficiales de apoyo a la ciencia en México han develado una monstruosidad. Nos dicen que Conacyt privilegia a las empresas trasnacionales, y para regalarles dinero despoja recursos destinados a las tareas científicas…”; más adelante el mismo personaje remata la sibilina con el dardo de “que la sociedad mexicana no se beneficia cuando sus científicos se distancian de la verdad…”, para concluir la descalificación con la peregrina tesis de que: “Los mexicanos saldremos ganando cuando los científicos que se ocupan de la política actúen con rigor, lean y analicen las cifras públicas y nos ofrezcan un juicio inteligente e informado, basado en realidades”.

No obstante, justo por no haber atendido las voces de prevención que se expresaron sobre las cuestionables bondades del programa de estímulos, en forma abrupta y sin haber mostrado ningún estudio que diera cuenta de la inoperancia del Programa de estímulos, dando como único argumento el seguimiento a una recomendación de la OCDE, y sin la humildad de reivindicar a quienes sí cumplieron con su responsabilidad de señalar los riesgos de un programa que consumió cuantiosos recursos de los contribuyentes, el Conacyt lo dio por cancelado y lo sustituyó por un abanico de programas que tienen el mismo objetivo de lograr la incorporación de la IDTI en las empresas para incrementar productividad y mejorar competitividad.

El conjunto de Programas Federales de Estímulo a la Investigación, el Desarrollo y la Innovación Tecnológica 2009, que lanza el Conacyt para sustituir el cuestionado Programa de Estímulos Fiscales se caracteriza por su confusión, repetición y falta de armonía. Los programas y su definición son los siguientes: (1)

a) INNOVAPYME: apoyo a la innovación tecnológica de alto valor agregado para proyectos de IDTI. Dirigido a las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) con claro impacto en su competitividad. Esta modalidad busca otorgar apoyos económicos complementarios a las MIPYMES que realicen actividades relacionadas a la investigación, desarrollo tecnológico e innovación, preferentemente en colaboración con otras empresas o instituciones de educación superior y/o centros e institutos de investigación, de tal forma que los apoyos tengan el mayor impacto posible sobre la competitividad de la economía nacional.

Las empresas beneficiadas podrán incorporar en sus proyectos apoyos económicos adicionales para becas de incorporación de maestros y doctores a la industria, hasta por un periodo de 18 meses, para el desarrollo de las actividades propias del proyecto de IDTI.

b) INNOVATEC: apoyo a la innovación tecnológica para la competitividad. Dirigido a propiciar el desarrollo de proyectos tecnológicos para impulsar la competitividad de las empresas, preferentemente en colaboración con otras empresas o instituciones de educación superior y/o centros e institutos de investigación que impulsen sus capacidades, articulen cadenas productivas y propongan la creación de infraestructura de investigación y desarrollo tecnológico, así como la creación de puestos de trabajo.

Este programa adiciona el apoyo a las grandes empresas y mantiene el destinado a las micro, pequeñas y medianas empresas.

En esta modalidad las empresas beneficiadas podrán incorporar en sus proyectos apoyos económicos adicionales para becas de incorporación de maestros y doctores a la industria, hasta por un periodo de 18 meses, para el desarrollo de las actividades propias del proyecto de IDTI.

c) PROINNOVA: apoyo al desarrollo e innovación en tecnologías precursoras para proyectos de investigación, desarrollo o innovación tecnológica. Contempla la participación de empresas e instituciones educativas y de investigación (al menos dos MIPYMES y/o empresas grandes y dos Centros de Investigación o Instituciones de Educación Superior).

Esta modalidad busca otorgar apoyos económicos complementarios a Redes de IDTI en las que participen empresas que realicen actividades relacionadas a la investigación, desarrollo tecnológico o innovación, en colaboración con instituciones de educación superior y/o centros de investigación, en campos precursores del conocimiento, para generar efecto multiplicador en diversas industrias y fortalecer así sus capacidades tecnológicas.

También en este programa las empresas beneficiadas podrán incorporar en sus proyectos apoyos económicos adicionales para becas de incorporación de maestros y doctores a la industria, hasta por un periodo de 18 meses, para el desarrollo de las actividades propias del proyecto de IDTI. (Mañana, tercera y última parte)

(1) Conacyt. (2009). Convocatoria y términos de referencia de los nuevos programas federales de estímulo a la investigación, el desarrollo y la innovación tecnológica. Conacyt. México.

* (Rosaura Ruiz Gutiérrez es presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias. Rafael Loyola Díaz es investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM)

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