La Jornada de Oriente
19 de junio de 2009
Alonso Fragua
A pesar de las voces que opinan que los medios electrónicos y las nuevas tecnologías distorsionan el idioma español, el investigador del Colegio de México, Raúl Ávila, no concuerda con esta idea. El profesor del Centro de estudios lingüísticos y literarios de la mencionada institución considera que la radio y televisión reproducen contextos lingüísticos específicos que justifican el uso de ciertas palabras que, en un ambiente académico no serían apropiadas.
De igual forma, el miembro del Sistema Nacional de Investigadores y de la Academia Mexicana de Ciencias, opina que las nuevas tecnologías de información no representan un peligro para la lengua de Cervantes. “Depende de la situación de la que hablemos. Si es un chat room yo también uso un lenguaje diferente. Si es un mensaje telefónico, yo también busco sintetizarlo. Entonces no estamos hablando de un lenguaje diferente sino de espacios o situaciones comunicativas diferentes”.
En conversación con este medio luego de su ponencia “El español en los medios” dentro del 21 Encuentro Nacional de la AMIC, el investigador explicaba que de acuerdo al formato usado en cada medio, el lenguaje tiene la necesidad de adaptarse y ser fiel al contexto lingüístico que imita en la realidad.
“Si los medios usan un formato que llamaré de ‘cotorreo’, entonces los participantes tienen que hablar como lo hacen. Si producen un programa de análisis político es otro tipo de lenguaje. Ahí por ejemplo, existe más bien un monólogo de cada uno de los involucrados y su argumentación tiene una cohesión evidente”.
–¿El problema entonces es que haya demasiados de eso programas de “cotorreo”?
–Pues de cierta forma, sí. El problema también es que la gente sólo dice ‘mira qué mal’ pero que nunca dice ‘mira qué bien’. El poeta Horacio decía que la literatura debía ser dulce y útil, pero primero dulce, si no nadie la lee. Los medios no tienen que estar educando, primero tienen que lograr que yo los lea y luego me educan.
Finalmente, Ávila explicaba que para el hablante promedio los medios no van en contra de las reglas del idioma pues ni siquiera las conocen adecuadamente. Asimismo cree que las críticas a la televisión y las nuevas tecnologías en este sentido son las mismas que todos los medios han sufrido, como en su momento los libros de imprenta, los periódicos y la radio.