Reforma
20 de enero de 2012
Diana Saavedra
La CONABIO posee la base de datos biológica más grande del mundo, almacena 5.1 millones de registros
Distrito Federal .- Para preservar la riqueza biológica del territorio nacional cada Estado de la República debe elaborar su propia estrategia de biodiversidad, consideró el doctor José Sarukhán, titular de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO).
«Ya se hizo una evaluación de los ecosistemas de México que conjuntó a 150 personas para el documento Capital Natural de México que revisó el estado del conocimiento que tenemos», comentó al participar en el Coloquio Ciencia y Humanismo, que organiza la Academia Mexicana de Ciencias.
«Ahora lo que se trata de hacer es impulsar que cada estado pueda elaborar su propia y particular estrategia de Biodiversidad. Todo tiene un límite y creo que todos estamos cerca de ese límite. Morelos ya ha lo ha hecho pero falta más».
Al hablar sobre el trabajo que ha realizado la CONABIO en nuestro País, Sarukhán añadió que se busca la información biológica de las especies, inclusive, es necesario revisar dónde están, cómo están y con qué otros seres vivos se relacionan.
«Es la base de datos más grande del mundo», enfatizó el especialista. «Se tienen 5.1 millones de registros y esperamos llegar a 7 millones en dos años, se tiene una gran cantidad de información cartográfica a escala mundial y tampoco se ha podido hacer.
Comentó que la OCDE se ha inspirado para establecer una red mundial de información biológica para este tipo de estudios e inclusive, la comisión asesora científica del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, presentó a CONABIO como el modelo a seguir.
Adicionalmente, los doctores Luis Herrera Estrella y Francisco Bolívar Zapata enfatizaron que los métodos para producir plantas transgénicas son varios y el hombre ha hecho combinaciones genéticas desde hace mucho tiempo.
«Si el objetivo de la agroecológica es la disminución del uso de agroquímicos, es claro que la biotecnología es una tecnología complementaria a la agricultura tradicional», enfatizó Herrera Estrella.
«Los transgénicos no contaminan el medio ambiente, simplemente conviven con otros organismos», agregó Bolívar Zapata.