Diario de México
26 de febrero de 2007
No hay un poder judicial confiable y respetado
Reconoce Ortiz Mayagoitia fallas en el sistema
La justicia penal es aún el ¡Talón de Aquiles! del sistema nacional de impartición de justicia, afirmó el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Guillermo Ortiz Mayagoitia, al reconocer que en México, todavía no se ha logrado considerar poderes judiciales confiables y respetados por la sociedad.
Durante una reunión que sostuvo con integrantes de la Academia Mexicana de las Ciencias, el también presidente del Consejo de la Judicatura Federal admitió que hay muchas imputaciones en el área de justicia penal, ¡a la que no escapamos los jueces federales!.
Por ello, destacó la importancia de apoyar a los juzgadores para que cumplan con la impartición de justicia, pronta y expedita como lo ordena la Constitución.
Dijo que al respecto, ha propuesto ayuda adicional para que personal experimentado, designado por el juez, pueda ayudar en los casos donde se amerite.
Por eso, algunos de los impartidotes de justicia han requerido de protección de vehículos blindados, de escoltas, porque son sujetos de amenazas directas a ellos o a sus familiares.
Se le cuestionó sobre la propuesta de establecer los juicios orales en el sistema judicial mexicano, ante lo cual consideró que el proceso penal está diseñado fundamentalmente por la oralidad.
¡No hay por ahora, una posición oficial de la Corte, pero sí hay opiniones muy valiosas de sus componentes!, acotó.
Asimismo, se refirió a la justicia penal para adolescentes, en donde, reconoció, no hay especialistas en la materia como lo exige la Constitución y para eso, se ha convocado a un curso presencial para magistrados.
Por su parte, los representantes de la Academia le manifestaron su disposición para participar en todo aquello que tienda a la transformación y mejoramiento de la justicia penal en nuestro país.
Dijo que es un órgano de consulta de distintas instancias del sistema de justicia y ésta es una gran oportunidad para estrechar este vínculo entre la Academia y el Poder Judicial.