El Sendero del Peje
5 de enero de 2010
Dana Martínez S.
El desplegado en varios periódicos nacionales que hoy hace la Academia Mexicana de Ciencias sobre la libre elección de la mujer a decidir la interrupción voluntaria del embarazo es claro, puntual, exacto y contundente.
En él, prestigiados científicos expresan con nitidez lo que ocurre en el país:
El retroceso de los derechos civiles de la mujer.
El abandono de la laicidad.
La criminalización de un derecho humano.
El silente pero efectivo avance para incluir en la Constitución una ley contra el aborto planeada por los partidos políticos y ejecutada de manera estatal.
También se da a conocer que los argumentos que se esgrimen en contra de la ley que permite la interrupción del embarazo son resultado de creencias, ideologías, dogmas e intereses particulares, no fundados en certezas científicas ni en principios éticos.
Gracias a ese desplegado, la Academia Mexicana de Ciencias desnuda otro frente del gobierno calderonista, además de la guerra contra el narco: la guerra contra el aborto.
¿Vamos a permitir que el estado laico se convierta, de manera subrepticia, en estado confesional?
¿Vamos a permitir el retroceso de los derechos de la mujer?
Es de sentido común inferir que una la ley federal sobre aborto amplía el derecho de las mujeres al tiempo que contribuye a la equidad en una sociedad que se esfuerza por ser democrática.
Si estás de acuerdo en una ley federal del aborto, lo menos que puedes hacer es escribir al diputado federal de tu distrito y pedirle que legisle a favor.