El Universal
10 de noviembre de 2005
Nurit Martínez
«Tuve dudas», revela Rosaura Ruiz Gutiérrez, vicepresidenta electa de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), quien por ese nombramiento también se convertirá en la primer mujer en encabezar a esa organización que agrupa a los científicos más destacados del país desde su creación, hace 67 años.
Luego de la elección ya plantea tres retos de lo que será su gestión en la mesa directiva, desde el año 2006 hasta 2010: hacer de la ciencia en México una profesión de masas; impulsar «medidas especiales» para el desarrollo de las mujeres en la ciencia, y convencer a los tres poderes del país, pero principalmente al Ejecutivo, que si se le da prioridad de inversión a este sector puede convertirse en la palanca de desarrollo de nuestro país.
«La única vía para mejorar las condiciones sociales, económicas y culturales del país es apoyar el desarrollo de la ciencia, las humanidades y la tecnología, y desde la Academia podemos hacer un trabajo importante en este sentido», explicó la también secretaria de Desarrollo Institucional de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Los investigadores «tenemos que presionar mucho al gobierno para que destine mayores recursos a la ciencia, no con el interés de sólo apoyar el trabajo de los científicos, sino convencerlos de que sólo apoyando a la ciencia y las humanidades se podrán resolver los grandes problemas del país».
«En este gobierno hemos ido para atrás, se ha reducido el presupuesto en ciencia y tecnología, además de que la propuesta para invertir en el próximo año también es ínfima».
¿Qué les ha faltado a los científicos para acercarse a las autoridades, por qué no han logrado que se incrementen los recursos hasta llegar a la meta planteada hace más de una década de destinar 1 por ciento del Producto Interno Bruto?
Nos ha faltado más trabajo directo con el gobierno. Mostrar los logros que países como España, Corea, Irlanda, la India y China, han obtenido en las últimas tres décadas para avanzar respecto a México.
En su oficina, ubicada en el octavo piso de la Torre de Rectoría, la especialista en investigación de la filosofía e historia de la ciencia, afirma que para un país como este de masas, cualquier programa tiene que diseñarse de la misma forma, con una visión y atención en gran escala.
«Sólo de esa forma la sociedad, la gente en general, va a poder defender la ciencia y demandar que se le apoye «, expresó.
Rosaura Ruiz, quien estudió la licenciatura en Biología en la UNAM, entre 1969 y 1972, y luego la maestría y el doctorado en esa misma especialidad e institución, afirma que su trabajo en la Academia a partir de abril del próximo año, primero como vicepresidenta y luego en el máximo cargo, será el de impulsar la «presión hacia el gobierno por la vía electoral».
Una de las primeras acciones, explicó, será acercarse a los partidos políticos y a los aspirantes a la Presidencia «para que comprometan su apoyo a la ciencia, a lo que puede ser el motor del desarrollo».
Asegura que sólo con un «cambio cultural» desde las primera etapas de la vida de los niños mexicanos se podrá despertar el interés por la ciencia, una «actitud positiva» hacia este quehacer.
Plantear una perspectiva de género, de incorporar medidas para que las mujeres puedan continuar su carrera pese a las condiciones de maternidad o de vida familiar en pareja, será una de las acciones que emprenderá, al tiempo de promover que más científicas participen en áreas de mayor concentración masculina como la física, matemáticas y las tecnologías.
La funcionaria universitaria coordina actualmente el Espacio Común de Educación Superior (ECOES), que reúne a 22 instituciones de educación superior.
Con sus trabajos sobre la Evolución logró su incorporación al Sistema Nacional de Investigadores, nivel II. Es consultora del Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior de América Latina y el Caribe, y pertenece al Comité Académico de la Cátedra México sobre Ciencia, Tecnología, Sociedad e Innovación de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI).