La Jornada
29 de septiembre de 2006
José Galán
Crearía una burocracia inútil; viable para 2012
Antes de pensar en establecer una secretaría para la ciencia, la tecnología y la innovación, es necesario impulsar las estructuras existentes y fortalecer los mecanismos y financiamiento de las investigaciones en curso, para luego llegar, de manera natural, a un órgano de gobierno de ese tipo.
En ello coincidieron científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) y el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), mientras que la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), consideró «muy viable» la creación de una secretaría de estado dedicada a atender las necesidades que en esos rubros enfrenta el país.
Entrevistados por separado en el marco de la inauguración ayer del taller La cooperación México-Unión Europea en investigación y desarrollo tecnológico, en el auditorio de la Coordinación de Humanidades de la UNAM, los expertos coincidieron en que cualquier iniciativa para respaldar el desarrollo del sector en el país es bienvenida, pero la pregunta es cómo.
El Foro Consultivo Científico y Tecnológico ha elaborado un documento que, entre otros puntos, incluye la propuesta al próximo gobierno federal de crear una secretaría de este tipo.
El coordinador de Investigación Científica de la UNAM, René Drucker Colín, consideró que eventualmente, sería útil construir una secretaría de este tipo, pero advirtió que impulsarlo para que lo haga el próximo gobierno «sería un error» porque, añadió, «no estamos preparados, y se va a crear una burocracia que no va a servir». Por ello, propuso que esa dependencia «hay que construirla poco a poco, diseñando paulatinamente, para que a lo largo del próximo sexenio se den las condiciones, de manera natural, para crearla hacia el 2012».
Para Enrique Cabrero, director del CIDE, lo que hay atrás de la propuesta es que la política científica, tecnológica y de educación superior «tenga un perfil alto» dentro de la agenda gubernamental, y que se permita así que la Secretaría de Educación Pública (SEP) en el futuro se concentre en la educación básica. Pero se requiere cautela porque esta idea enfrenta dos riesgos: la politización que implica una dependencia de ese nivel y la burocratización de las decisiones.
Rafael López Castañares, secretario ejecutivo de la ANUIES, consideró que es un proyecto «viable» porque, dijo, es una forma de dar empuje y lograr avances en ciencia y tecnología, y eso, subrayó, «es fundamental». Añadió: «nuestra opinión es favorable, y sería un buen ejemplo para el fortalecimiento de la ciencia y la tecnología en el país».
Juan Pedro Laclette, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias, afirmó que «se trata de una propuesta, nada más. Es una entre varias posibilidades», y consideró que «no es el asunto crucial» en la propuesta del foro.