La Jornada
20 de julio de 2009
Karina Avilés
Incorrecto, que la secretaría condicione recursos: Rosaura Ruiz
La decisión de la Secretaría de Educación Pública (SEP) de que el bachillerato de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) no reciba apoyos económicos por no entrar a la reforma en este nivel de estudios, representa una “presión” para obligar a los centros educativos a aceptar ese proyecto, afirmó la secretaria de Desarrollo Institucional, Rosaura Ruiz.
Enfatizó que la determinación de la dependencia es “incorrecta e inaceptable… Si hay recursos para el bachillerato, a la universidad le tocan esos recursos esté o no en la Reforma Integral de la Educación Media Superior (RIEMS)”.
En entrevista, la también presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) expresó que la máxima casa de estudios decidió no participar en dicha reforma porque mantiene una perspectiva diferente sobre lo que debe ser el objetivo central del bachillerato.
En la visión de la UNAM, la educación media superior debe preparar a los estudiantes para continuar con sus estudios de licenciatura y de posgrado, mientras que la SEP ha señalado que se requiere “gente para el trabajo”.
Señaló que la universidad considera que todo alumno, de cualquier parte del país y sistema de bachillerato, tiene que contar con una formación integral que incluya conocimientos humanísticos, científicos y artísticos: “no queremos formar técnicos”, aunque un estudiante de la UNAM se puede incorporar como técnico, pero “el objetivo no es que ahí se quede”.
En este punto, recalcó, “nunca estuvimos de acuerdo” con la SEP, porque la UNAM siempre pondrá el énfasis en la formación interdisciplinaria, ya que el bachillerato es la última etapa en donde un alumno adquiere un conocimiento general de todas las disciplinas.
El pasado jueves, el subsecretario de Educación Media Superior, Miguel Székely, afirmó que la UNAM, por no participar en la RIEMS, quedará fuera de estímulos como becas, inversión en infraestructura y los programas para formación y titulación de docentes y de directores, ya que dichos apoyos serán preferentemente para las instituciones que sí participen en la reforma.
Ataque a la autonomía
Rosaura Ruiz destacó que la autonomía significa la libertad para que cada institución educativa decida cuáles son sus programas y planes de estudio, de tal forma que la SEP no les puede decir lo que tienen que hacer: “O participan en la RIEMS o no les damos recursos.
“¡Como si la UNAM fuera qué! Es la casa de estudios más importante y la que tiene mayor experiencia en el bachillerato… El rector José Narro le ha dado un gran peso y apoyo en infraestructura, en el trabajo para mejorar los niveles de estudio de todas las disciplinas. Se debería seguir el ejemplo de la UNAM, en lugar de decir que está fuera” de esos estímulos, agregó.
Por último, recordó a la dependencia, encabezada por Alonso Lujambio, que en una carta enviada a la UNAM se expresó que la participación en la reforma educativa es “voluntaria”, por lo que decidir que la institución que no acepte no recibirá recursos es una forma inaceptable de “presión”.