Milenio Diario
10 de julio de 2008
Alejandro Canales*
Ninguno de los actores relevantes del campo de la ciencia y la tecnología tiene duda de que se necesitan más recursos financieros y un mayor impulso a las actividades que se desarrollan en este terreno, particularmente en las entidades federativas. Sin embargo, es una convergencia que no se trasluce en las líneas de actuación de los agentes ni tampoco en las estructuras del sistema científico y tecnológico.
Las diferentes instancias del sector van por su lado, prestando poca o ninguna atención a lo que sugiere el resto; cada una tiene su propia agenda y su propio timing. Por lo menos eso se aprecia en las actividades que realizan instancias como la dirección del Conacyt, el Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCyT), la Conferencia Nacional de Ciencia y Tecnología (CNCyT), los titulares de las instituciones de educación superior, las comisiones de legisladores o la Academia Mexicana de Ciencias (AMC). El tema del federalismo, y casi cualquier otro, lo ilustran nítidamente.
La semana anterior se realizó la segunda reunión de la CNCyT en Monterrey, Nuevo León. Vale la pena recordar que la conferencia es una instancia creada por la Ley de Ciencia y Tecnología de 2002, cuya función sería coordinar la actividad de Conacyt y la de sus homólogos en las entidades federativas para promover acciones de apoyo y de participación en la definición de las políticas y programas del sector. Sin embargo, en el sexenio anterior prácticamente no tuvo ningún papel relevante.
En esta administración, a propuesta de la comisión respectiva de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), se reactivó la CNCyT y el año anterior realizó su primera sesión. No obstante, tampoco se ha visto especialmente activa y sí ha quedado sujeta a la dinámica de la Conago.
En fin, el asunto es que el pasado 3 de julio se realizó la segunda reunión de la CNCyT y nuevamente se realizó en Monterrey, Nuevo León, tal vez porque desde 2004 el coordinador es el gobernador de esa entidad federativa, José Natividad González Paras. Ahora, además del gobernador, el director de Conacyt, Juan Carlos Romero Hicks, y de los representantes de los consejos estatales de ciencia y tecnología, que son los agentes habituales en estas reuniones, también participaron titulares de instituciones educativas. Por ejemplo, estuvieron el rector de la UN AM, fosé Narro Robles; el director del IPN, Enrique Villa Rivera; el secretario general de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), Rafael López Castañares; el vicerrector de Investigación de la Universidad de Texas, Juan M. Sánchez, y la presidenta de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados, Silvia Luna.
Los titulares de las instituciones educativas participaron en un panel sobre el papel que les corresponde a esas instituciones en el impulso a la ciencia y a la innovación tecnológica. En su oportunidad destacaron la importancia de un mayor financiamiento para la educación superior con el fin de mejorar los indicadores en la materia y ampliar las oportunidades educativas para un mayor número de jóvenes. Por su parte, el gobernador José Natividad González, sugirió firmar un acuerdo nacional, una alianza, entre las instituciones de educación superior, las empresas, los gobiernos estatales y el federal para impulsar el sector y, por tanto, el desarrollo nacional.
Lo que resulta sorprendente es que la CNCyT no recuperara el seminario sobre descentralización y fondos mixtos que un mes antes había realizado el FCCyT —otra de las estructuras deliberativas del sector— en Tepic, Nayarit. En este espacio, en su momento, señalamos que a esa reunión no asistieron los directivos de Conacyt y el seminario concluyó sin la correspondiente «Declaración» que usualmente le sigue a esas reuniones (Campus, núm. 276).
La «Declaración» se emitió posteriormente, el pasado 25 de junio, y es un texto sobre el cual después nos ocuparemos, pero lo que ahora cabe resaltar es que el documento solamente fue firmado por José Luis Fernández Zayas, coordinador del Foro, y Francisco Javier Castellón, presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología del Senado. Es decir, por agentes y estructuras con finalidades similares a las de la CNCyT, pero que no participan en las reuniones de ésta.
Por su parte, la Academia Mexicana de Ciencias, también ha destacado la importancia de un mayor financiamiento para el sector y de impulsar las actividades científicas y tecnológicas en las entidades federativas, pero ha sido particularmente crítica con la aplicación de los fondos mixtos, el principal instrumento descentralizador.
Finalmente, el Conacyt, con un ajuste permanente en la titularidad de sus puestos directivos y un programa sectorial ausente, destaca la necesidad de políticas de Estado e impulso a las actividades, pero poco hace para sumar esfuerzos de los distintos agentes. Así, no es de extrañar que la convergencia de iniciativas no alcance el terreno de los hechos, bc
* UNAM-IISU0SES