La Jornada
11 de septiembre de 2013
Redacción
El científico dirige seminario en la UNAM que busca rescatar y conservar ese saber
Ha probado ser efectivo desde hace siglos, destaca el especialista, integrante de la AMC
Hay trasnacionales que lo explotan comercialmente, sin retribuir a las comunidades, señala
En México no existe ningún mecanismo legal que promueva la conservación de los conocimientos tradicionales, señaló el doctor León Olivé, del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En contraste, en Europa, “se toma en cuenta el conocimiento tradicional y local en aspectos agrícolas, producción de vinos y quesos. Para un país como el nuestro, con una enorme riqueza de conocimientos que han probado ser efectivos, tenemos que tomarlos en cuenta para construir un modelo de sociedad de conocimientos”, afirmó.
León Olivé es miembro de la Academia Mexicana de Ciencias y director del Seminario de Investigación sobre Sociedad del Conocimiento y Diversidad Cultural de la UNAM, que busca propiciar la investigación inter y multidisciplinaria que rescate y promueva políticas públicas para proteger, conservar y fomentar la enorme riqueza de conocimientos tradicionales de México.
Aunque desde 1992, con las conmemoraciones de la Conquista, muchos países de América Latina, incluyendo a México, modificaron sus constituciones políticas y se plasmó que somos un país multicultural, no hay, sin embargo, legislaciones ni reglamentaciones adecuadas para llevarlo a la práctica, ni políticas públicas que sean coherentes.
“Necesitamos políticas públicas que fomenten el desarrollo local y la articulación de conocimiento científico con el tradicional en sistemas locales de innovación. Esto puede ocurrir en casos de explotación forestal, agricultura, pesca, restauración de ecosistemas. En ellas debe tomarse en cuenta a la gente que vive en ese lugar”, destacó.
Los conocimientos tradicionales y locales, agregó Olivé, “han probado ser efectivos desde hace siglos. Hay diversidad de formas de generar conocimientos y, por tanto, una variedad de maneras en los éstos deberían ser evaluados. En filosofía lo llamamos pluralismo epistemológico, quiere decir que se reconoce que hay distintas formas de producir conocimiento: la realidad y el mundo pueden ser conocidos de distintas maneras y todas son legítimas”.
El portal compartiendo saberes reúne conocimientos tradicionales documentados por medio de los grupos de trabajo que se han formado en el seminario. Se analizan, por ejemplo, las características del saber, las prácticas y las tecnologías pesqueras y acuícolas de la presa El Tejocotal, en Hidalgo, o cómo proteger y cultivar la medicina tradicional mexicana, tomando en cuenta los recursos terapéuticos y alimenticios de las plantas del lugar.
Olivé dijo que “hay farmacéuticas trasnacionales que saben del conocimiento tradicional sobre plantas medicinales y se ahorran millones de dólares en investigación simplemente por ir a comunidades a preguntar a curanderos qué tipo de hierbas utilizan para tal o cual padecimiento. Detectan dónde pueden encontrar determinados recursos que posteriormente son explotados comercialmente sin retribuir a las comunidades poseedoras de ese saber”.
En otros países se han revertido patentes a empresas, porque se ha demostrado que estaban basadas en conocimiento tradicional, y una de las condiciones para otorgar una es que sea resultado de una investigación original y novedosa.
En México es necesario, entre otros factores, “mejorar el sistema de educación desde el nivel básico para que se fomente una conciencia de que somos un país multicultural y propicie una actitud respeto a la diversidad cultural y el reconocimiento de que ese conocimiento puede generar una riqueza económica y social”, destacó Olivé.