La Jornada
27 de enero de 2010
Angeles Cruz, Laura Poy y Emir Olivares
Mientras no exista una regulación que obligue a modificar la publicidad dirigida a los niños y no se prohíba la venta de productos chatarra en las escuelas, el problema del sobrepeso y la obesidad persistirá, advirtió Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor.
En tanto, especialistas en nutrición consideraron que sin programas y acciones efectivas el Acuerdo para la salud alimentaria, anunciado por Felipe Calderón, se convertirá sólo en un mensaje con tintes políticos y en un buen discurso que escucharán unos cuantos, pues esos problemas van más allá de la salud.
Calvillo señaló que dicho convenio está hecho para proteger los intereses de la industria de productos procesados. Criticó que el gobierno federal, empezando por el secretario de Salud, José Ángel Córdova, señale que la industria ha cambiado sus políticas de publicidad cuando en realidad todo está igual. Lo único evidente es que el funcionario “ha caído en el juego y las presiones de las empresas”.
Respecto de la supuesta dificultad para regular las cooperativas escolares, Calvillo resaltó que entre las atribuciones y responsabilidades de las dependencias está proteger la salud de la población. Entonces, si no existe un reglamento, “que se haga”.
El problema de la obesidad es más que un conflicto de salud. Para contrarrestarlo se necesita conjuntar diversas disciplinas, pues está ligado a circunstancias biológicas, genéticas, cerebrales (el hipotálamo regula la ingesta de alimento), sociales, económicos y hasta urbanísticas (que una persona pase demasiado tiempo en el tránsito o en el trabajo le resta minutos para hacer ejercicio y comer adecuadamente), aseguró Juan Manuel Malacara, experto en nutrición del Instituto de Investigaciones Médicas de la Universidad de Guanajuato e integrante de la Academia Mexicana de Ciencias.
Consideró que el acuerdo del gobierno federal para combatir esos males “es importante, pero insuficiente”.
María Consuelo Velázquez, nutrióloga y experta del departamento de Atención a la Salud de la UAM, se pronunció por acciones efectivas para combatir la obesidad y el sobrepeso. Advirtió que México no sólo es el país de los más obesos, sino que ello impacta en los más pobres, pues se estima que cinco por ciento de menores de un año en comunidades rurales padecen obesidad por el “alto consumo de azúcares y jarabes que ingieren para engañar el hambre”.