El poder invisible

El Universal/Día Siete
7 de marzo de 2010
Shaila Rosagel

Este 8 de marzo las mujeres van a celebrar lejos de la toma de decisiones. Hay más leyes más discursos con perspectiva de género y mucha burocracia pero cada vez menos damas ocupan liderazgos en la vida pública del país y en los espacios de representación. La inequidad prevalece en los sectores público y privado pero también en los poderes legislativo y judicial. 0 en sectores como el de la ciencia y la cultura. El siguiente reportaje documenta por qué el empoderamiento femenino todavía es más mito que realidad.

Rosa María Navarro entra a la junta en uno de los salones del hotel Camino Real del Distrito Federal Tiene la encomienda del presidente de la Cámara Nacional de la Industria y la Transforma ción de representarlo ante el Consejo Coordinador Empresarial Corre el año 1991. Es miércoles a las 19 00 horas. Lleva el atuendo de un guardarropa que preparó desde principio de semana para cada día. Un pantalón negro de corte sastre, el blusón color fucsia sujetado por un cinturón de moda y un par de tacones número 5. Durante la mañana sostuvo juntas con el procurador de Justicia del DF y en la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente. No comió y acudió a la inauguración de un evento en el organismo que aglutina a las principales cámaras que representan a la iniciativa privada en el país. Antes de llegar a la reunión con el Consejo Coordinador dio un vistazo sobre el curso del día en su empresa, Bratths SA de CV. dedicada a la fabricación y distribución de productos dentales.

Es la hora y Rosa María sube al elevador. Se acomoda la melena rubio cenizo y abre la puerta del salón. No está nerviosa. Cinco hombres de trajes oscuros se ponen de pie. “Señores vengo en representación de la presidencia nacional de la Cámara”, dice.

Uno de ellos, de 1.60 metros de estatura, se acerca y la interrumpe. Es el presidente del Consejo Coordinador Empresarial. El cabello entrecano y el gris de la vestimenta contrastan con los ojos de ella: verdes, muy abiertos y que miran atónitos. La sonrisa cordial se le borró de los labios maquillados con lipstick rojo.

“Nunca ha pisado el Consejo Coordinador Empresarial una mujer”, increpa el hombre. Rosa María se queda en shock. Hasta ese momento sentía que era bien aceptada. Ese mismo año un auditorio lleno de industriales se había puesto de pie para aplaudirla cuando fue nombrada la primera vicepre sidenta nacional de la Canacintra en 50 años. Era real el hombre tenía la cara desencajada.

Pasarían 11 años para que, en 2002. Yeidckol Polevnsky Gurwitz se convirtiera en la primera presidenta de la Canacintra en seis décadas de vida del organismo.

En enero de este 2010 la empresaria se inscribió en último momento como candidata a la Presidencia de la Canacintra, cuya elección estaba programada a realizarse el 2 de marzo iras la designación de su anterior titular, Miguel Marón, como subsecreta rio de Economía. Navarro ha funguído como Coordinadora de Seguridad Pública Nacional desde hace 16 años y como presidenta de las comisiones de Seguridad Pública Procuración y Administración de Justicia, Prevención del Delito y Readaptación Social por más de dos décadas. Fue la primera mujer que la organización aceptó hace 36 años y que tuvo un puesto en su directiva. Aunque es notorio el avance, considera que hay rezago en la representación femenina en la Cámara. De 13 direcciones nacionales sólo 3 son de mujeres y de más de 80 delegaciones en el país, solo 7 son de damas.

Este fenómeno no es privativo al sector industrial, sucede en las más diversas áreas. Por ejemplo, este año habrá elecciones en 12 estados de la República y sólo hay ocho nombres de mujeres que suenan como aspirantes a la gubernatura de un aproximado de 100. Ninguna figura como eventual candidata.

Seis de ellas son del Partido Acción Nacional y dos del Partido Revolucionario Institucional. En estados como Tamaulipas y Zacatecas, las féminas están ausentes entre las posibles precandídaturas.

Si bien hay esfuerzos corno la promulgación de la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y la Ley de Coutas de Género, los puestos de representación en política los poderes judiciales, legislaturas, ciencia, industria y arte son pocos. Dentro del panorama mundial, México no sobresale en empoderamiento femenino. El más reciente reporte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre el “Cumplimiento de Objetivos de Desarrollo del Milenio” advierte un avance en América Latina y el Caribe Cuba sobresale con 43 por ciento de proporción de mujeres en el Parlamento. En México es del 24 por ciento.

En el sector privado

En otras latitudes países como India en Asia, cuya tasa de alfabetización femenina es aún pobre, las mujeres controlan los bancos internacionales como HSBC, Royal Bank de Escocia, UBS y TPMorgan Chase a través de puestos directivos, según The New York Times Magazine (28/I/2010).

En México las cámaras empresariales están en manos de hombres Rosa María Navarro es una de las pocas que sobresalen y Canacintra es la única que tiene una presidenta en su historia.

“Todas están por el estilo. En la Confedera ción de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (que reúne 65 cámaras y 42 asociaciones en el país) no hay presidentas; en el Consejo Coordinador Empresarial tampoco”, explica Rosa María.

La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), con más de 36 mil socios, tampoco cuenta con alguna presidenta en sus 80 años de vida. La Cámara Nacional de Comercio (Canaco) está en la misma situación.

El sector sindical

Los sindicatos corren con la misma suerte las mujeres carecen de un rol importante, sin contar la presidencia vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, por parte de Elba Esther Gordillo.

Un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 2007. “Acciones Sindícales para la Promoción de un Trabajo Decente para las Mujeres”, subraya que las trabajadoras tienen escasos cargos de representación y participación en los sin dicatos en Centroamérica.

La oficina del Director General de esta organización que data de 1919 y cuenta con 178 países miembros, entre ellos México, sólo ha sido ocupada por hombres desde su fundación.

Para el caso de México la Presidencia del Congreso del Trabajo, que representa a 36 confederaciones, federaciones y sindicatos nacionales, solamente ha sido ocupada por varones desde su creación en 1966

Pocos premios

Dentro de los premios de la ciencia y el arte el número de mujeres galardonadas está por deba jo del de los hombres.

La Academia Mexicana de Ciencia otorga anualmente el Premio de Investigación que data desde 1961. De ese año a la fecha fueron galardonados 173 científicos y 30 científicas.

Dentro del sector cultural, el reconocimiento más importante que se otorga en el país a los escritores mexicanos es el Premio Xavier Villaurrutía. Entre 1955 y 2009 se otorgó a 81 escritores y a 21 escritoras.

El sector publico

Las mujeres en el sector público son aún escasas. Existe una Ley de Cuota de Género y a pesar de ello ocurren renuncias a la representación femenina, como las recientes 11 licencias de legisladoras en la Cámara de Diputados, para ceder sus puestos a hombres

Según el Instituto Nacional de las Mujeres, el promedio de participación de las mismas en las últimas legislaturas es de 24 por ciento. En la Cámara de Senadores de 21 por ciento, y hay 112 presidentas municipales de un universo de 2 mil 439 municipios. Es decir, solo hay 4.6 por ciento de alcaldesas.

El Observatorio Género y Equidad expone que dentro del Poder Judicial la participación es: como juezas un 20 por ciento y únicamente hay cinco magistradas de un total de 62.

Además, desde 1825, ninguna mujer ha ocupado la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

“La incursión de las mujeres en puestos de dirección es un proceso que ha tomado tiempo en despegar debido a prejuicios, resistencias y limitaciones no sólo culturales, sino sociales, económicas y educativas”, opina María del Carmen Alanís, actual y primera presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

En cuanto a la Presidencia de la República, en América Latina hay países que se adelantaron a México, como el reciente triunfo de Chinchilla Miranda, electa la primera presidenta de Costa Rica.

La prensa internacional alude como principal factor decisivo del voto en ese país a la creciente inseguridad y la promesa de Chinchilla de aumentar el presupuesto para combatir el crimen en un 50 por ciento, según The New York Times (08/II2010).

En México, para las elecciones del 2012 se ventilan nombres de posibles prospectos mujeres en los partidos políticos. Emilio Gamboa Patrón, ex coordinador del Grupo Parlamentario del PRI, anunció a Beatriz Paredes como una posible precandidata a la Presidencia por su partido.

El nombre de la ex secretaria de Educación Pública y actual Coordinadora del Grupo Parlamentario del PAN en la Cámara de Diputados Josefina Vázquez Mota, también se ventila entre analistas y políticos.

Vázquez Mota está convencida de que México está listo para contar con una presidenta de la República y que la preparación es el único camino que la mujer tiene para escalar en la vida política.

Aunque una titular del Poder Ejecutivo en la República seria un símbolo poderoso de igualdad e impulsaría inéditamente la equidad en todos los rubros, se requiere más que una oferta electoral para acabar con la inequídad, subraya la diputada federal Vázquez Mota.

“En todos los países que han tenido ya a una mujer en la Presidencia ello no ha significado la eliminación de la desigualdad o la inequidad. El objetivo no es que una mujer llegue a la Presidencia de la República sino conquistar la igualdad
y la equidad”, explica.

Las dificultades para abrirse paso en la política son las mismas de cualquier sector. “En la actividad política los escollos ante la mujer son equivalentes a los que existen en la empresa, en las sociedades, en las escuelas”, dice.

La coordinadora panista afirma que para tener más presencia en puestos de representación en todos los sectores se requiere de un estado de oportunidades y de preparación. “Una mujer preparada no sólo se gana el respeto y la legitimidad para ejercer cargos, sino que además se transforma en un poderoso factor para impulsar a otras mujeres”.

El PRI también se mantiene activo en cuanto a candidaturas femeninas, Graciela Ortiz González, secretaria de Acción Electoral del Comité Ejecutivo Nacional priista, asevera que el escalar en los es caños de la vida pública no es cuestión de género y la presencia femenina en gubernaturas, alcaldías y congresos no es una concesión.

“No es sólo cuestión de género. Igual que su cede ahora en los estados donde hay posibles candidatas a gobernadora, son las condiciones en un lugar y tiempo determinados las que pueden señalar una posible candidatura femenina”, dice. El que México no cuente todavía con una no lo convierte en un indicador. “La política no distingue entre hombres y mujeres”, agrega.

El sector educativo

Las organizaciones educativas y científicas en México carecen de liderazgo femenino. En la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, que representa a 152 universidades e instituciones de educación superior pública y privada que atienden al 80 por ciento de la matrícula de alumnos de licenciatura y posgrado, han despachado únicamente secretarios generales desde su fundación en 1950.

Alonso Lujambio, secretario de Educación, reunido en una ceremonia con los 66 rectores de las Universidades Tecnológicas del país en mayo de 2008, declaró que la equidad de género avanza firme al contar con 10 rectoras (sólo un 15 por ciento del total en el país).

El empoderamiento femenino tuvo un logro reciente al llegar Rosaura Ruíz Gutiérrez a la Presidencia de la Academia Mexicana de Ciencias, que asocia 2 mil 119 científicos del país. Al asumir el cargo dijo que a las mujeres que llegan a puestos importantes les resulta difícil mantenerse en ellos.

En medios audiovisuales

La mínima representación femenina también impacta en los medios de comunicación del país. La Red Nacional de Radiodifusoras y Televisión Educativas y Culturales, que cuenta con 57 afiliados, de 13 representantes en los últimos 15 años, sólo tres han sido presidentas.

En el caso de los medios concesionados, las dos principales asociaciones de este sector tienen a la misma mujer en su historia en este puesto.

Karen Sánchez Abbott es la actual presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y Televisión, que aglutina a mil 300 emisoras de ambos medios, con un 99 por ciento de cobertura nacional.

Ella ocupó el mismo cargo en la Asociación de Radiodifusores del Valle de México que reúne a 16 grupos durante el lapso 2004 2005.

Rosa María Navarro (en la foto) fue la primera mujer aceptada en la Canacintraf en tener un cargo en la directiva y la primera representante femenina en acudir a una reunión del Consejo Coordinador Empresarial…

Ninguna mujer ha encabezado a la Coparmex en 80 años de vida, la Canaco está en la misma situación… sólo 15 dirige una universidad, pero nunca han ocupado la Secretaría General de la ANUIES.


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