Excélsior
27 de mayo de 2008
Héctor Linares
Campeón infantil de tenis a los 11 años y amigo cercano de Rafael Pelón Osuna, con quien hacía pareja cuando jugaba dobles en ping pong, René Drucker también practicó la natación, el atletismo y el basquetbol. Ha sido un deportista de toda la vida y eso lo hace parecer menor a los 71 años, que cumplió el pasado 15 de mayo.
“Todos los días realizo dos horas de ejercicio. Los 365 días del año no falló. Así esté enfermo, cansado, desvelado, esté lloviendo, haga frío o calor. Incluso cuando salgo de viaje busco un hotel que tenga gimnasio.”
Opina que no hay una estructura del deporte en México, ni una estrategia nacional, por eso no se obtienen buenos resultados a escala internacional.
“El deporte mexicano en general está en la olla. Sólo está basado en el esfuerzo de una persona que destaca, pero no es cierto que el sistema nacional ayude a los atletas. Se acabó Ana Guevara y no hay nadie atrás de ella. Ahorita Lorena Ochoa es la mejor del mundo, pero si se acaba Lorena quién va a venir, no hay una continuidad porque las federaciones deportivas no tienen ningún planteamiento. El futbol es demasiado mediocre, desafortunadamente. El deporte nacional en general es un desastre”, asegura.
Revela que sigue por televisión el tenis y a Rafael Nadal, aunque ya no puede practicar este deporte debido a que hace unos años sufrió una operación de un menisco.
“Lo que da coraje es ver como en el Roland Garros de hace dos años había 60 jugadores de habla hispana, que participaron en el torneo y ninguno era mexicano. Había paraguayos, chilenos, argentinos, españoles, ecuatorianos…pero ninguno de México.
“Antes había grandes jugadores como el Pelón Osuna, quien fue un gran tipo y extraordinario personaje. En Europa le decían la Pantera Negra por su agilidad, jugaba extraordinario, fue el mejor tenista mexicano y después de él sólo Raúl Ramírez pudo destacar.”
Y los pronósticos para los próximos Juegos Olímpicos, tampoco los ve muy favorables.
“No hay una estrategia nacional para saber en qué deporte puede uno destacar. Es el reflejo del país y por eso no tenemos los resultados deseados. En los Olímpicos yo no sé cuántas medallas se van a obtener, pero si hay una, nos irá bien”, sentencia.
Reconoce el esfuerzo y la entrega de los atletas para llegar a lo más alto, pero también pide que así como se les reconoce, se haga con el resto de los mexicanos que destacan en otras áreas.
“Reconozco que meter un gol es algo muy difícil, lo mismo pegar un jonrón y ganar los 400 metros. Se necesitan muchos años de dedicación y tiene su mérito, pero para hacer ciencia es lo mismo.
“Cuando yo era presidente de la academia de ciencias, unos muchachos mexicanos ganaron medalla de plata y bronce en las olimpiadas de ciencia, donde participaron 52 países. Al otro día, ninguna nota en portada como cuando se gana en un evento deportivo.
“¿A poco la ciencia es menos divertida que el futbol? Yo creo que no.”
Y encarrerado, como cuando corría los diez mil metros a toda velocidad, puso otro ejemplo claro sobre la mesa.
“Supongamos que un día entrara Ronaldinho a un restaurante y también lo hiciera el doctor Albert Sabin, quien descubrió la vacuna contra la polio, seguro todos se irían con el futbolista y nadie reconocería al médico. Entonces yo preguntaría ¿Quién es más importante?.
“La sociedad tiene sus valores tergiversados”, finaliza.
Se define orgullosamente unamita
En el Salón de la Fama
Es reconocido a escala mundial por investigaciones en neurología, que han ayudado a descubrir posibles causas del Parkinson, entre otras enfermedades
LOGROS
– Doctor en fisiología
– Investigador Emérito del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM
– Actualmente es director general de divulgación de la ciencia en la UNAM
– Fue coordinador de la investigación científica de la UNAM de febrero de 2000 a diciembre de 2007
– Presidente de la Academia Mexicana de Ciencias de 2000 a 2002
*Curriculum resumido
RECONOCIMIENTOS
– Beca Guggenhiem (1980)
– Premio nacional de ciencias y artes (1987)
– Premio UNAM en investigación científica (1988)
– Premio a la Excelencia Médica, Secretaría de Salud (2000)
– Reconocimiento especial por trayectoria científica de la Internacional Behavioral Neurosciense Sciety (EU 2001)
– Reconocimiento especial por trayectoria científica a favor de México por el Consejo Cultural Mundial (2006)
– Medalla al mérito ciudadano en ciencias y artes por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (2006)
– Doctorado Honoris Causa de la Universidad Autónoma Metropolitana (2004) y de
la Universidad Autónoma de Puebla (2006).