El Chavo López: Violenta la ley

Cambio de Michoacán
26 de enero de 2006
Juan Pérez Medina

Opinión
Caso gasolinera

Chavo López viola la ley al favorecer al empresario Manuel Nocetti, quien pretende instalar una gasolinera en zona no permitida

Los vecinos de la colonia Felí­citas del Rí­o en Morelia han dejado al descubierto, una vez más, que los intereses privados están por encima del interés general y que, como en el caso del rico empresario Manuel Nocetti Tiznado, no importa lo que diga la ley, cuando las autoridades están a su servicio.

Para la generalidad de los ciudadanos la aplicación de la ley, pero no para aquellos que cuentan con el poder del dinero y, por lo tanto, con las relaciones directas con el poder polí­tico, como en este caso. Lo anterior aplica para lo que está ocurriendo en la calle Juárez de esa colonia, en donde los vecinos se oponen a la instalación de una mini estación gasolinera por considerarla de alto riesgo, y así­ es, de acuerdo a la opinión de varios especialistas en la materia, entre ellos del presidente del Comité Estatal de Ecologí­a (Coeeco); ya que se encuentra en una zona de alta densidad poblacional y cerca de varias instituciones educativas, lo que contraviene la disposición legal de los artí­culos 36 y 48 del Reglamento para el Establecimiento de las Estaciones de Gasolina, Diesel y Gas Carburación del Municipio de Morelia.

De acuerdo con Mateo Castillo Ceja, presidente de Coeeco, la autorización de la mini estación «es un problema de urbanización, de convivencia en una zona urbana en la cual por ley no debe permitirse una gasolinera, por los riesgos que esto implica». De igual manera se manifestó Patricia ívila Garcí­a, Premio Nacional de la Academia Mexicana de las Ciencias, para quien «las emisiones a la gente que vive ahí­ cerca y que las va a estar oliendo normalmente, en el largo plazo puede traer consecuencias. Habrá que preguntarle a Pemex el estado de salud de la gente que trabaja en una gasolinera».

En este caso, queda evidente la subordinación de las autoridades a los intereses de Manuel Nocetti Tiznado; tanto del Ayuntamiento que en su momento encabezó el licenciado Fausto Vallejo Figueroa, quien autorizó la construcción de la mini estación, haciéndolo en un plazo de apenas un mes y sin cumplir con los requerimientos exigidos por la ley en la materia, como del actual Ayuntamiento en donde el Chavo López Orduña ha tomado partido a favor del empresario conociendo con detalle de las faltas que el proceso de adjudicación del permiso de construcción presenta y de las omisiones a la ley aún vigentes en el mismo.

Sabemos que la norma, en cualquier caso, se establece para regular las relaciones sociales y, como en este caso, para dar seguridad a la ciudad y los ciudadanos que en ella viven, procurando su desarrollo adecuado y armonioso con el entorno y con los recursos necesarios para la vida a largo plazo. Sabemos también que cuando ésta se establece no admite un manejo diferenciado y mucho menos faccioso como en este caso.

Para los ciudadanos comunes, es la regla que cuando pretenden realizar un trámite, cualquiera que éste sea, se les solicite cumplir previamente con los requisitos que la normatividad jurí­dica establece, aun y cuando se trate de un número determinado de copias; pero en el caso de la autorización de la licencia de construcción de la mini estación de referencia eso no fue necesario, ya que al señor Manuel Nocetti Tiznado se le extendió sin haber cumplido con los requisitos del caso, como se puede observar en los documentos oficiales extendidos por la Secretarí­a de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente del Municipio de Morelia (SDUMA) y en los que dictaminó para el mismo caso la Secretarí­a de Urbanismo y Medio Ambiente del gobierno del estado (SUMA).

El trato por parte de las autoridades municipales y del Estado en este caso, deja en evidencia que no es lo mismo un ciudadano cualquiera (medianamente pobre o muy pobre) que un rico ciudadano. Pero para este caso en particular, para el presidente municipal de Morelia, han sido más importantes los intereses del ciudadano Manuel Nocetti Tiznado, que los de los más de mil vecinos de esa colonia, que firmaron en contra de la instalación de dicho negocio.

De acuerdo con información vertida por los propios vecinos, el Chavo López se comprometió en una reunión general de vecinos, en que si se encontraba una sola irregularidad en la autorización para la construcción de la mini estación la licencia se cancelarí­a o serí­a revocada. El video que obra en poder de los vecinos de la colonia no deja lugar a dudas de su compromiso; tampoco deja lugar a dudas la intención de su visita al lugar, ya que fue previo al desfile del 16 de septiembre de 2005, ante la amenaza de los colonos de manifestar en él su protesta. Para evitar que eso ocurriera fue que el Chavo estuvo en la colonia, no por el interés de atender a los vecinos demandantes. Una vez que logró persuadirlos de no «sumarse» al desfile, regresó dí­as después para negar el compromiso y mostrar su real posición al respecto: la de favorecer al empresario, cual es su vocación y la de su partido.

En los últimos dí­as y, una vez que el gobierno estatal realizó el desalojo de los vecinos (sin mediar orden de algún juez y en la madrugada, como los ladrones), el Chavo mencionó que no iba a ceder a los intereses de «un grupo» y mencionó que detrás de la protesta habí­a intereses ajenos de carácter polí­tico, justificándolo al señalar a las organizaciones sociales, sindicales y estudiantiles que se solidarizaron con los colonos. Al respecto habrí­a que decir que el Chavo, en una intención por descalificar a los integrantes del movimiento de defensa en la colonia; creó ficticiamente, y presentó en el interior del Ayuntamiento, a los supuestos verdaderos colonos, que curiosamente estaban a favor de la instalación de la mini estación. Esta sucia maniobra fracasó ante las evidencias de los hechos con las movilizaciones y la resistencia de los vecinos.

No deberí­a Chavo López intentar escudarse en la solidaridad ciudadana a la que tienen derecho los vecinos de la colonia Felí­citas del Rí­o y a la que tienen derecho de otorgar los ciudadanos y las organizaciones, como las que están participando con ellos en este momento. No deberí­a ser tan irresponsable y buscar en otros escudar su irresponsabilidad y su desacato a la ley, que en términos llanos se llama corrupción.
Deberí­a saber el Chavo que su compromiso, el que luego negó a los colonos, es su obligación y no una dádiva. Deberí­a saber que mentir es un delito y que se puede elevar ante quien corresponda una acción ciudadana, que incluso puede acabar en su destitución si el caso lo ameritara, pero que por lo pronto lo demerita. Sabe, y eso sí­ lo sabe, que la licencia de construcción se ha otorgado de manera irregular y se ha equivocado al intentar dividir la protesta o negociar a nombre del empresario Nocetti Tiznado, ofreciendo obras en la colonia a cambio de la aceptación de la gasolinera, cuando esa es su responsabilidad y no debe ser condicionada en ninguno de los casos. Sabe que el predio no cumple con las especificaciones que se exigen en el reglamento y que ratificó un estudio de la Facultad de Ingenierí­a Civil de la UMSNH y del que dio fe el notario público Rubén Pérez Gallardo. Sabe también, que la Dirección de Protección Civil recomendó ponderar la autorización en función a que pretende instalarse en un lugar «potencialmente inundable».

Sabe, finalmente, que el ratificar dicha licencia a favor del poderoso empresario, le concita apoyos de ese sector tan favorecido por las polí­ticas públicas que tanto el gobierno federal, como el estatal y el suyo propio vienen desarrollando en el paí­s. Muchos sabemos que la costosa campaña de imagen que viene desarrollando el Chavo López en todos los medios, pero sobre todo, en la televisión, tiene como finalidad potenciar su futuro polí­tico inmediato. Por lo tanto, si hay intereses oscuros y ajenos en este asunto, no tienen que ver con las personas y organizaciones solidarias, que viven en esta ciudad y les toca defenderla; sino con los no tan oscuros y más bien claros intereses económicos de este empresario «gandalla» y del mismo Chavo López.

Por último, quiero mencionar que el director de gobierno del estado comprometió una entrevista para el martes pasado con el gobernador Lázaro Cárdenas Batel y los colonos. Ojalá y se haya realizado ya y las cosas comiencen a tomar otro camino: el de la congruencia y el de la justicia.

PD: Me refiero al presidente municipal como Chavo López no en tono despectivo, sino utilizando su nombre de «campaña» previa a la elección que lo trajo al cargo.

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